Dedicada a los docentes

Revista Digital de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas, un proyecto de la Conferencia Episcopal de Bolivia.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Las 20 claves de la educación del futuro



¿Qué cambios deben aplicarse sobre la Educación para adaptarse a las necesidades sociales, económicas y tecnológicas del siglo XXI? ¿Qué papel jugarán los profesores, las familias y los propios estudiantes en este reto?

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1.- HAY QUE FORMAR AL CIUDADANO DEL SIGLO XXI

La sociedad del Siglo XXI requiere individuos creativos, emprendedores, críticos, competentes con el mundo digital con altos dotes sociales y que se adapten a ambientes laborales diversos.  El propósito de la educación de hoy es preparar al estudiante para una sociedad basada en el conocimiento en la que sea capaz de aprender por sí mismo. Eso nos aleja del concepto de adoctrinamiento que siempre ha estado cerca del aprendizaje tradicional.

Educar en el siglo XXI no es sinónimo de educar con tecnología o involucrarnos en una vida cibernética, sino más bien fortalecer las competencias del ser humano, fortalecer los valores, fomentar las buenas relaciones interpersonales y desarrollar aptitudes para la vida personal y profesional.

2.- LA INCLUSIÓN SOCIAL COMO EJE

Es trascendental el establecimiento de políticas públicas para el desarrollo sostenible. La educación para todos no es suficiente si no se garantiza su calidad y que esta sea inclusiva. Es desde el aula donde se aprende a entender y respetar la diversidad; es allí donde los estudiantes aprenden valores, conocimientos y formulan sus expectativas y responsabilidades en la sociedad. El maestro actúa como modelo y mediador de estos aprendizajes, de allí su importancia en la transformación de una sociedad incluyente, que valora, permite y promueve la participación de todos sus ciudadanos en el desarrollo del país. Existe una necesidad sentida de formar maestros que entienden y valoran la diversidad; ellos deben además tener la capacidad de utilizar estrategias que promueven y hacen exitosa la educación inclusiva.

Los docentes desde sus prácticas tienen la responsabilidad de incluir la diversidad de sus estudiantes como una oportunidad de aprendizaje y mejores desarrollos educativos para todos los estudiantes.

La educación debe estar cimentada en conceptos de diversidad, derechos humanos, universalidad, igualdad, equidad y ciudadanía.

3.- LIDERAZGO INSTITUCIONAL

Basado en un sentimiento de comunidad sólido unido a un uso de las TIC desde y para la pedagogía. Se debe crear escuelas que aseguren, a todos los estudiantes en todos los lugares, el éxito educativo. El liderazgo institucional es esencial para mejorar la enseñanza y el aprendizaje dentro de cada escuela y para conectar cada escuela con el mundo exterior. El sistema debe asegurar la calidad de los docentes como techo del logro de la calidad educativa. La dirección es clave en este proceso y debe estar dirigida hacia una cultura colaborativa del aprendizaje que se conecte con otros centros y redes de aprendizaje. 

La dirección proporciona igualdad en el acceso a las oportunidades y al éxito educativo, estimula el pensamiento y el aprendizaje del profesorado para mejorar su práctica profesional, desarrolla una cultura escolar proclive a compartir conocimiento y responsabilidad por los resultados de aprendizaje y logra que el aprendizaje sea la preocupación principal en la planificación y en la gestión de los recursos. La misión del liderazgo institucional es desarrollar una auténtica comunidad profesional de aprendizaje para apoyar la mejora continua.


4.- EXTRAER LA INTELIGENCIA COLECTIVA

El ser humano es social por naturaleza por lo que ha de aprovechar las posibilidades abiertas de la sociedad digital. La inteligencia colectiva surge de la colaboración y concurso de todos los que participan en el proceso educativo. La sociedad del conocimiento nos ofrece hoy mejor que nunca la posibilidad del apoyo mutuo para construir el aprendizaje dentro de un marco más complejo y de mayor armonía gracias a la integración y la colaboración.

Los nuevos educadores deben estimular a los estudiantes a compartir, participar y colaborar en los procesos de creación de contenidos educativos. Este enfoque nos conduce a la concertación de microsaberes  que están repartidos en distintos lugares, pero que son capaces de coordinar y movilizarse en tiempo real. La educación del Siglo XXI debe moverse dentro de la cultura “wiki” o cultura colaborativa que es capaz de conformar una especie de cerebro compartido a partir de la suma de una multitud de inteligencias individuales. Para ello, es necesario que esas personas puedan conversar e interactuar, lo que resulta muy sencillo hoy en día gracias a la tecnología. Internet favorece la coordinación entre los microsabios, es decir, el intercambio de ideas y conocimientos, y más aún ahora que podemos disponer de esta tecnología en distintos dispositivos a parte de la computadora.

5.- CONTENIDOS+PEDAGOGÍA+TECNOLOGIA

La tecnología no reinventa la pedagogía, sólo amplia sus posibilidades.

Lo aparatos tecnológicas y las conexiones no solucionan todos los problemas educativos, cuyas causas se encuentran fuera de la escuela, pero contribuyen a atender a la diversidad de alumnos y de formas de aprender, aumentando la motivación de los alumnos, aunque sin asegurarla, claro está; presentar la información utilizando varios canales, tal y como se produce en la realidad, aumenta la efectividad del proceso enseñanza-aprendizaje. Estos recursos pueden convertirse en una poderosa herramienta para lograr en los alumnos el pensamiento crítico o para desarrollar actividades de resolución de problemas o estudio de casos. Pueden utilizarlo para organizar sus ideas, relacionarlas, confrontar hipótesis, permiten un aprendizaje autoguiado, autoiniciado, donde van construyendo su conocimiento, individual o colectivamente. 

Estos recursos permiten un tratamiento integral de la persona, planteando sus propias exigencias, tanto en lo que respecta a la formación del profesorado, como el enfoque del proceso de enseñanza-aprendizaje, e incluso en el propio diseño de las salas; nos permite conocer nuevas formas de comunicarnos, no cerrándonos a un medio cerrado, sino en la creación de un lenguaje nuevo, distinto de la suma de los medios que lo componen.

6. Las TIC implican nuevos métodos de evaluación: aprender utilizando las TIC requiere un planteamiento metodológico distinto al de adquisición de meros contenidos. Evaluar este tipo de aprendizajes no debe centrarse, por tanto, en determinar el éxito en adquisición de contenidos sino en el dominio de las competencias del siglo XXI.
7. Hay que romper el mito de los nativos digitales, es decir, la consideración de que todos los jóvenes son nativos digitales y dominan las TIC para usos de provecho en el siglo XXI.
8. Fomento de la creatividad: existe una inminente necesidad de repensar los sistemas educativos para evitar ahogar la creatividad de los aprendices. Es decir, enterrar un sistema educativo basado en el control e instaurar uno de empoderamiento. El alumno nace siendo creativo y el sistema educativo ha de generar las condiciones para que pueda seguir desarrollando esa creatividad.
9. Importancia de la educación emocional: la finalidad principal de la Educación es que cada sujeto pueda alcanzar un grado óptimo de bienestar social y emocional, por lo que la educación emocional debe ocupar un lugar privilegiado en los sistemas educativos. Para ello los programas de formación docente deben dedicar una mayor atención a tales competencias.
10. Cooperación necesaria entre familia, escuela y comunidad: la educación no es exclusiva de las instituciones educativas: es posible aprender en cualquier lugar de la sociedad. Para ello debe existir conexión y cooperación entre familia, escuela y comunidad. La educación es una cuestión de toda la sociedad.
11. Liderazgo sin burocracia: el liderazgo en una institución educativa debe tener como finalidad principal la mejora educativa de los discentes, con un liderazgo centrado en la pedagogía y alejado de la pura burocracia. Todos los agentes de la comunidad educativa deben estar implicados en la consecución de las metas del centro.
12. Objetivo: desarrollo de competencias. Los cambios de sistema educativo deben orientarse hacia la mejora competencial de los estudiantes. La sociedad digital requiere de competencias que los sistemas educativos han de desarrollar (autonomía, adaptación, tratamiento de la información, etc.), reformando el currículo. Se requerirá de unidades didácticas más simples basadas en tales competencias útiles para la inserción social, aprendiendo de forma conectada en red.
13. Foco en los intereses del aprendiz: el aprendizaje debe producirse de forma natural, partiendo de los intereses del aprendiz, teniendo en cuenta lo que ya sabe, desde la práctica y de cometer errores para ser reorientado por el docente.
14. Un nuevo rol del profesor y su formación: desde la transmisión de contenidos a la orientación y apoyo del alumno, generando las condiciones para que sea éste el que, de manera activa y experimental, construya su propio conocimiento. Ello comporta que la formación docente se reconfigure, contemplando de forma más sólida el uso pedagógico de los entornos digitales para la sociedad del siglo XXI.
15. Nueva ecología del aprendizaje: existe una nueva ecología del aprendizaje que está reconfigurando la educación. Volvemos a entenderla en su sentido amplio, más allá de su simple consideración como escolarización.
16. El reto de considerar todos los ámbitos educativos posibles: existe una necesidad de disrupción en el sistema educativo planteado como ente aislado de la sociedad. Los aprendizajes producidos en ambientes no formales e informales crecen a un ritmo vertiginoso y no quedará más remedio que considerar los beneficios de todos estos ámbitos educativos.
17. Interactuación sobre los contenidos: el aprendizaje no está en los contenidos sino en las interacciones que se producen alrededor de ellos. El aprendizaje en red a través de interacciones debe consistir en agregar, remezclar y poner en práctica los conocimientos.
18. Una formación adaptada a las demandas: la construcción del currículo que deberá configurar los nuevos perfiles que demanda la sociedad tendrá que hacerse entre todos los agentes involucrados en su desarrollo. La sociedad y las escuelas deben colaborar para adaptar la formación a las demandas sociales del siglo XXI.
19. Se trata de formar a ciudadanos, no solo a profesionales eficientes: un sistema educativo abierto a la comunidad y basado en aprendizajes colaborativos que implican a toda la sociedad. La labor de este sistema no es formar a ciudadanos únicamente para ser útiles a un mercado, sino formar a ciudadanos capaces de desenvolverse en todos los niveles sociales.
20. Evitar la ansiedad tecnológica: la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, es imposible predecir qué tipo de tecnología habrá en un futuro próximo. Lo que sí tendrá que hacer la sociedad, es diseñar cómo quiere que sea la educación del siglo XXI, la tecnología que acompañará será la que esté disponible llegado el momento de la implantación.


Fuente: Redacción "Diálogo Educativo"

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