¿Qué cambios deben aplicarse sobre la Educación para
adaptarse a las necesidades sociales, económicas y tecnológicas del siglo XXI?
¿Qué papel jugarán los profesores, las familias y los propios estudiantes en
este reto?
1.- HAY QUE FORMAR AL CIUDADANO DEL SIGLO XXI
La sociedad del Siglo XXI requiere individuos
creativos, emprendedores, críticos, competentes con el mundo digital con altos
dotes sociales y que se adapten a ambientes laborales diversos. El propósito de la educación de hoy es
preparar al estudiante para una sociedad basada en el conocimiento en la que
sea capaz de aprender por sí mismo. Eso nos aleja del concepto de
adoctrinamiento que siempre ha estado cerca del aprendizaje tradicional.
Educar en el siglo XXI no es sinónimo de educar con
tecnología o involucrarnos en una vida cibernética, sino más bien fortalecer
las competencias del ser humano, fortalecer los valores, fomentar las buenas
relaciones interpersonales y desarrollar aptitudes para la vida personal y
profesional.
2.- LA INCLUSIÓN SOCIAL COMO EJE
Es trascendental el establecimiento de políticas públicas
para el desarrollo sostenible. La educación para todos no es suficiente si no se
garantiza su calidad y que esta sea inclusiva. Es desde el aula donde se
aprende a entender y respetar la diversidad; es allí donde los estudiantes
aprenden valores, conocimientos y formulan sus expectativas y responsabilidades
en la sociedad. El maestro actúa como modelo y mediador de estos aprendizajes,
de allí su importancia en la transformación de una sociedad incluyente, que
valora, permite y promueve la participación de todos sus ciudadanos en el
desarrollo del país. Existe una necesidad sentida de formar maestros que
entienden y valoran la diversidad; ellos deben además tener la capacidad de
utilizar estrategias que promueven y hacen exitosa la educación inclusiva.
Los docentes desde sus prácticas tienen la
responsabilidad de incluir la diversidad de sus estudiantes como una
oportunidad de aprendizaje y mejores desarrollos educativos para todos los
estudiantes.
La educación debe estar cimentada
en conceptos de diversidad, derechos humanos, universalidad, igualdad, equidad
y ciudadanía.
3.- LIDERAZGO INSTITUCIONAL
Basado en un sentimiento de
comunidad sólido unido a un uso de las TIC desde y para la pedagogía. Se debe
crear escuelas que aseguren, a todos los estudiantes en todos los lugares, el éxito educativo. El
liderazgo institucional es esencial para mejorar la enseñanza y el aprendizaje
dentro de cada escuela y para conectar cada escuela con el mundo exterior. El
sistema debe asegurar la calidad de los docentes como techo del logro de la
calidad educativa. La dirección es clave en este proceso y debe estar dirigida
hacia una cultura colaborativa del aprendizaje que se conecte con otros centros
y redes de aprendizaje.
La dirección
proporciona igualdad en el acceso a las oportunidades y al éxito educativo, estimula
el pensamiento y el aprendizaje del profesorado para mejorar su práctica profesional, desarrolla una cultura escolar
proclive a compartir conocimiento y responsabilidad por los resultados de
aprendizaje y logra que el aprendizaje sea la preocupación principal en la
planificación y en la gestión de los recursos. La misión del liderazgo
institucional es desarrollar una auténtica comunidad profesional de aprendizaje
para apoyar la mejora continua.
4.- EXTRAER LA INTELIGENCIA COLECTIVA
El ser humano es social por naturaleza por lo
que ha de aprovechar las posibilidades abiertas de la sociedad digital. La inteligencia
colectiva surge de la colaboración y concurso de
todos los que participan en el proceso educativo. La sociedad del conocimiento
nos ofrece hoy mejor que nunca la posibilidad del apoyo mutuo para construir el
aprendizaje dentro de un marco más complejo y de mayor armonía gracias a la
integración y la colaboración.
Los nuevos educadores deben estimular a los estudiantes a
compartir, participar y colaborar en los procesos de creación de contenidos
educativos. Este enfoque nos conduce a la concertación de microsaberes que están repartidos en distintos lugares,
pero que son capaces de coordinar y movilizarse en tiempo real. La educación
del Siglo XXI debe moverse dentro de la cultura “wiki” o cultura colaborativa
que es capaz de conformar una especie de cerebro compartido a partir de la suma
de una multitud de inteligencias individuales. Para ello, es
necesario que esas personas puedan conversar e interactuar, lo que resulta muy
sencillo hoy en día gracias a la tecnología. Internet favorece la
coordinación entre los microsabios, es decir, el intercambio de ideas y
conocimientos, y más aún ahora que podemos disponer de esta tecnología en
distintos dispositivos a parte de la computadora.
5.- CONTENIDOS+PEDAGOGÍA+TECNOLOGIA
La tecnología no reinventa la pedagogía, sólo amplia sus
posibilidades.
Lo aparatos tecnológicas y las conexiones no solucionan
todos los problemas educativos, cuyas causas se encuentran fuera de la escuela,
pero contribuyen a atender a la diversidad de alumnos y de formas de aprender, aumentando
la motivación de los alumnos, aunque sin asegurarla, claro está; presentar la
información utilizando varios canales, tal y como se produce en la realidad,
aumenta la efectividad del proceso enseñanza-aprendizaje. Estos recursos pueden
convertirse en una poderosa herramienta para lograr en los alumnos el
pensamiento crítico o para desarrollar actividades de resolución de problemas o
estudio de casos. Pueden utilizarlo para organizar sus ideas, relacionarlas,
confrontar hipótesis, permiten un aprendizaje autoguiado, autoiniciado, donde
van construyendo su conocimiento, individual o colectivamente.
Estos recursos
permiten un tratamiento integral de la persona, planteando sus propias
exigencias, tanto en lo que respecta a la formación del profesorado, como el
enfoque del proceso de enseñanza-aprendizaje, e incluso en el propio diseño de
las salas; nos permite conocer nuevas formas de comunicarnos, no cerrándonos a
un medio cerrado, sino en la creación de un lenguaje nuevo, distinto de la suma
de los medios que lo componen.
6. Las
TIC implican nuevos métodos de evaluación: aprender utilizando las TIC requiere un
planteamiento metodológico distinto al de adquisición de meros contenidos.
Evaluar este tipo de aprendizajes no debe centrarse, por tanto, en determinar
el éxito en adquisición de contenidos sino en el dominio de las competencias
del siglo XXI.
7. Hay
que romper el mito de los nativos digitales, es decir, la consideración de que todos
los jóvenes son nativos digitales y dominan las TIC para usos de provecho en el
siglo XXI.
8.
Fomento de la creatividad: existe una inminente necesidad de repensar los sistemas educativos para
evitar ahogar la creatividad de los aprendices. Es decir, enterrar un sistema
educativo basado en el control e instaurar uno de empoderamiento. El alumno
nace siendo creativo y el sistema educativo ha de generar las condiciones para
que pueda seguir desarrollando esa creatividad.
9.
Importancia de la educación emocional: la finalidad principal de la Educación es
que cada sujeto pueda alcanzar un grado óptimo de bienestar social y emocional,
por lo que la educación emocional debe ocupar un lugar privilegiado en los
sistemas educativos. Para ello los programas de formación docente deben dedicar
una mayor atención a tales competencias.
10.
Cooperación necesaria entre familia, escuela y comunidad: la educación no es exclusiva de las
instituciones educativas: es posible aprender en cualquier lugar de la
sociedad. Para ello debe existir conexión y cooperación entre familia, escuela
y comunidad. La educación es una cuestión de toda la sociedad.
11.
Liderazgo sin burocracia: el liderazgo en una institución educativa debe tener como finalidad
principal la mejora educativa de los discentes, con un liderazgo centrado en la
pedagogía y alejado de la pura burocracia. Todos los agentes de la comunidad
educativa deben estar implicados en la consecución de las metas del centro.
12.
Objetivo: desarrollo de competencias. Los cambios de sistema educativo deben
orientarse hacia la mejora competencial de los estudiantes. La sociedad digital
requiere de competencias que los sistemas educativos han de desarrollar
(autonomía, adaptación, tratamiento de la información, etc.), reformando el
currículo. Se requerirá de unidades didácticas más simples basadas en tales
competencias útiles para la inserción social, aprendiendo de forma conectada en
red.
13.
Foco en los intereses del aprendiz: el aprendizaje debe producirse de forma natural,
partiendo de los intereses del aprendiz, teniendo en cuenta lo que ya sabe,
desde la práctica y de cometer errores para ser reorientado por el docente.
14. Un
nuevo rol del profesor y su formación: desde la transmisión de contenidos a la
orientación y apoyo del alumno, generando las condiciones para que sea éste el
que, de manera activa y experimental, construya su propio conocimiento. Ello
comporta que la formación docente se reconfigure, contemplando de forma más
sólida el uso pedagógico de los entornos digitales para la sociedad del siglo
XXI.
15.
Nueva ecología del aprendizaje: existe una nueva ecología del aprendizaje que está reconfigurando la
educación. Volvemos a entenderla en su sentido amplio, más allá de su simple
consideración como escolarización.
16. El
reto de considerar todos los ámbitos educativos posibles: existe una necesidad de disrupción en el
sistema educativo planteado como ente aislado de la sociedad. Los aprendizajes
producidos en ambientes no formales e informales crecen a un ritmo vertiginoso
y no quedará más remedio que considerar los beneficios de todos estos ámbitos
educativos.
17.
Interactuación sobre los contenidos: el aprendizaje no está en los contenidos sino en las
interacciones que se producen alrededor de ellos. El aprendizaje en red a
través de interacciones debe consistir en agregar, remezclar y poner en
práctica los conocimientos.
18.
Una formación adaptada a las demandas: la construcción del currículo que deberá
configurar los nuevos perfiles que demanda la sociedad tendrá que hacerse entre
todos los agentes involucrados en su desarrollo. La sociedad y las escuelas
deben colaborar para adaptar la formación a las demandas sociales del siglo
XXI.
19. Se
trata de formar a ciudadanos, no solo a profesionales eficientes: un sistema educativo abierto a la
comunidad y basado en aprendizajes colaborativos que implican a toda la
sociedad. La labor de este sistema no es formar a ciudadanos únicamente para
ser útiles a un mercado, sino formar a ciudadanos capaces de desenvolverse en
todos los niveles sociales.
20. Evitar la
ansiedad tecnológica: la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, es imposible predecir qué
tipo de tecnología habrá en un futuro próximo. Lo que sí tendrá que hacer la
sociedad, es diseñar cómo quiere que sea la educación del siglo XXI, la
tecnología que acompañará será la que esté disponible llegado el momento de la
implantación.
Fuente: Redacción "Diálogo Educativo"
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