Es director de la Oficina Regional de Educación de
la UNESCO para América Latina y el Caribe. Dice que la desigualdad no se debe
ver sólo en términos económicos, sino también de servicios sociales. “Mientras no haya calidad en los servicios a la
población, la desigualdad va a permanecer. Y de todos esos servicios sociales,
el que contribuye más a mitigar la desigualdad es la educación: un derecho que
habilita el ejercicio de otros derechos”.
Jorge Sequeira
No es de extrañar
que una persona que ha dedicado toda su vida a mejorar la educación sea
crítico con su propia experiencia. Le hubiera gustado realizar más
actividades extracurriculares, "esenciales para formar a un futuro
ciudadano". Además, confiesa que, después de haber pasado la primaria en
una escuela de varones, entrar en una clase mixta en secundaria le causó un
poco de temor: "la educación mixta es básica para trabajar la
tolerancia, la resolución de conflictos y la aceptación del otro".
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¿Qué
es lo que más le gusta de su trabajo?
La satisfacción de
ver que el esfuerzo que uno deja en un país, años después, da resultados. La
educación lleva mucho tiempo y es agradable comprobar que cuando uno regresa a
un país al que estuvo 15 años atrás, la semilla que se plantó ha germinado.
¿Qué
semillas considera que han germinado?
Uruguay, por
ejemplo, ha hecho muchos progresos en el campo de las TIC. Chile y México han
alcanzado casi el 100% de cobertura en educación primaria universal y Costa
Rica ha mejorado en la cobertura de la educación secundaria. Toda la región
latinoamericana en general ha progresado mucho en educación.
¿A
qué es debido este progreso?
Por un lado, se han
estabilizado los procesos democráticos: hay democracia generalizada en la
región. Y, por el otro, ha habido un desarrollo macroeconómico que genera
recursos fiscales para invertir en el sector social. Esta combinación hace que
sea un momento único en la historia que permite a muchos países resurgir y
tratar de avanzar.
¿Cuáles
son los criterios para considerar que un sistema educativo es bueno?
Nosotros tenemos en cuenta seis grandes temas: la pequeña infancia, la
educación primaria, el aprendizaje a lo largo de la vida, la alfabetización, el
género y la calidad de la educación.
¿Hay
muchas diferencias entre países?
En los últimos años
hemos notado que más que diferencias entre países hay diferencias dentro de los
países. Y eso está ligado a un problema más general de la región que es la
desigualdad. Y la educación juega un papel fundamental en la reducción de la
desigualdad.
¿Qué
entiende por desigualdad?
En
la UNESCO no vemos la desigualdad sólo en términos económicos, sino
también como la falta de servicios sociales de calidad. Mientras estos
servicios sociales no se den a la población, la desigualdad va a permanecer. Y
de todos esos servicios sociales, el que contribuye más a mitigar la
desigualdad es la educación: un derecho que habilita el ejercicio de otros
derechos.
¿Cómo
convencería a los gobiernos de que invirtieran más en educación?
No sólo es invertir
más en educación, sino también, mejor. Es decir, invertir en los aspectos del
sistema educativo de los que emergen las raíces de la desigualdad. Por ejemplo,
en preescolar, en primaria, en formación de los docentes…
¿No
lo están haciendo?
Sí, pero no a largo
plazo. Uno de los problemas principales de nuestra región es que cuando hay
cambios políticos, se pierde la continuidad y la educación merece y necesita
tiempo para dar resultados. Por eso es muy importante que los políticos
entiendan que un plan educativo consensuado a largo plazo es esencial y que,
cuando haya cambios políticos, las directrices principales deben permanecer.
¿En
qué están trabajando actualmente desde la UNESCO?
Estamos cerrando la
agenda del plan Educación para todos del 2015, en la que hemos
trabajado desde el año 2000 y, a la vez, estamos acabando de diseñar la nueva
agenda post-2015. Son dos líneas de acción: lo que queda pendiente y lo nuevo
que emerge.
¿Qué
retos emergen?
En estos 15 años,
han surgido algunos problemas que no se consideraron en el año 2000, porque no
existían. Por ejemplo, las TIC: hoy están por todos lados y han hecho una
entrada muy fuerte en el sector educativo. O la violencia. En el año 2000 en
Latinoamérica no se hablaba de violencia mientras que hoy en día representa un
verdadero problema, no sólo en el sector educativo sino también en el
desarrollo nacional.
Si
ya están pensando en el futuro, supongo que el plan actual está bien
encaminado.
En realidad aún hay brechas que tienen que completarse de aquí al 2015. Quiero
mencionar el analfabetismo: quedan en la región entre 36 y 40 millones de
analfabetos.
Parece
serio.
Lo es, porque frena
el desarrollo social y favorece la desigualdad. También tenemos pendiente el
tema de la docencia. Los docentes representan un verdadero desafío porque, como
agentes de cambio que son, tienen un peso enorme respecto al problema de la
calidad en la educación.
Antes
ha mencionado las TIC. ¿Qué importancia le da a las nuevas tecnologías como Tiching?
Las TIC tienen que
ver con lo que la UNESCO considera que podría ser la escuela del futuro:
comunidades de aprendizaje donde las escuelas no tienen paredes y en las que
puede haber conversaciones a distancia utilizando Internet.
¿Se
está trabajando, en este sentido?
Hay países como
Uruguay, México o Argentina que han hecho progresos remarcables. O el caso de
Chile, uno de los pocos países que está investigando si la presencia de las TIC
en el aula mejora los logros de aprendizaje. Y México o Argentina, que han
invertido en las TIC y están estudiando la mejor manera de potenciarlas. Pero
no nos podemos olvidar del docente.
¿A
qué se refiere?
Muchos gobiernos han
invertido en las TIC, con computadores y conexiones, pero se han olvidado de
los docentes, poniéndolos en el último eslabón. Lo primero que hay que hacer es
formar a los docentes en la introducción de las TIC en el aula, porque son
ellos los que realmente pueden decidir y decir si las TIC contribuyen en la
mejora del aprendizaje.
Pero
Internet no llega a todas partes.
No, por la
desigualdad dentro de los países. Hay escuelas que no tienen ni electricidad.
Para ser muy franco y realista, a veces es mejor invertir en mejores escuelas y
en mejores docentes y no pensar en las TIC, porque éstas deben venir sólo
cuando hay un mínimo de condiciones. Lo que sí está claro es que las TIC están
para quedarse y hay que aprender a manejarlas. Forman parte de la vida
cotidiana y es nuestra labor que también puedan incorporarse al aula.
Fuente:
El Blog de Educación y TIC | Tiching | blog.tiching.com
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