El acercamiento de la escuela al Facebook no se plantea como un proceso de sustitución. Por ahora, pasar clases por Facebook no es una de las alternativas diseñadas para la red social. El reto docente se basa en la apropiación de Facebook para facilitar y dinamizar la interacción entre docentes y estudiantes.
Es indudable que vivimos inmersos en una cultura digital. La proliferación de las redes sociales ha crecido auspiciada por la constante renovación tecnológica en computación y telefonía celular. La conectividad se ha convertido en uno de los pilares de la interacción social del siglo XXI.
Y en este contexto digital, Facebook reluce como la plataforma social por excelencia. La mística que ha consolidado Facebook en sus casi 10 años de existencia (fue creada el 4 de febrero de 2004) ha estado acompañada por el fulgurante crecimiento. Actualmente se considera que supera los 900 millones de usuarios en el mundo, con un grado de incidencia en la juventud de alrededor de un 80%.
Los jóvenes de hoy día forman parte de la nueva era digital caracterizada por esa cultura 2.0 que sintetiza en las redes sociales. Para el norteamericano Mark Prensky, estudioso de los fenómenos tecnológicos, la juventud actual es identificable como “nativos digitales, y nosotros, los docentes, somos inmigrantes digitales”. Y corrobora que esta atención preferencial de la juventud a las redes sociales está plenamente incorporada a su estilo de vida.
El reto educativo que se plantea en este contexto obliga a los profesores a integrar plataformas como el Facebook dentro de sus propuestas pedagógicas, crear mecanismos de interacción con los estudiantes en estos espacios tan habituales para ello.
Facebook nació en Harvard, una de las universidades más prestigiosas a nivel mundial. Pero el propósito de su joven creador, Mark Zuckerberg, pretendía proporcionar un espacio virtual de conocimiento e interacción para los estudiantes de la universidad. La faceta educativa de Facebook nunca se dibujó como una posibilidad.
Así que, la pregunta es obvia. ¿Cómo puede ayudar Facebook para dinamizar, agilizar y promover los procesos educativos afines a la enseñanza formal?
Diversos investigadores del área social como Alejandra Rocha (Universidad de Colima, México) o María Teresa Gómez (Universidad José María Vargas, Venezuela) han desarrollado estudios sobre la utilización del Facebook en la educación. Para ambas académicas, la potencialidad que ofrece la plataforma impulsa la apropiación de la misma para apoyar el aprendizaje colaborativo.
Rocha, en su estudio realizado entre estudiantes universitarios, considera que “los profesionales de la educación debemos de cambiar y tomar los espacios que ya fueron tomados por los jóvenes y ver de qué manera podemos utilizarlos educativamente, por ellos no los van a dejar, al menos por ahora, no sabemos si mañana surja algo mejor y entonces…también nosotros tendremos que cambiar”
Esta actitud de cambio, esta capacidad de apropiarse de las redes sociales como una herramienta más del proceso educativo permitirá un interesante acercamiento al estudiante. “La educación es como las religiones monoteístas, demasiado conservadoras y por tanto, siempre van años luz atrás del desarrollo social y cultural”, matiza el estudio presentado por la Universidad de Colima.
Por ello, ambas investigadoras son conscientes y reclaman que el papel del docente se transformará y requerirá un mayor sentido creativo para atraer la atención del estudiante y convertirlo en coproductor de su propio aprendizaje.
El acercamiento de la escuela al Facebook no se plantea como un proceso de sustitución. Por ahora, pasar clases por Facebook no es una de las alternativas diseñadas para la red social. El reto docente se basa en la apropiación de Facebook para facilitar y dinamizar la interacción entre docentes y estudiantes. Crear, con las ventajas que ofrece el mundo 2.0, un espacio sociocomunitario para fomentar la educación colaborativa y activar el protagonismo de los estudiantes.
Las nuevas tecnologías impulsan oportunidades para mejorar la interacción entre la escuela, los profesores y los estudiantes. El Facebook no educa, pero sí puede ser una herramienta que facilite el aprendizaje. Alienta los espacios de socialización, tan buscados por los jóvenes, que permiten el intercambio de información.
Ventajas de usar Facebook:
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La utilización de Facebook acarrea algunos riesgos:
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El valor de lo exclusivo
Un 4 de febrero de 2004, en una habitación estudiantil de Harvard, Mark Zuckenrberg, junto a otros dos compañeros, invitaron a los primeros integrantes de un exclusivo club a formar parte de The Facebook. La idea inicial buscaba convertir la aplicación en el directorio electrónico de los estudiantes y profesores de Harvard. Así, todos podían estar en contacto y conocer las novedades e informaciones de la vida universitaria.
La popularidad alcanzada por esta aplicación fue tal que pronto, en pocos meses, las principales universidades del país ya solicitaban su inclusión en The Facebook.
Durante los dos primeros años, el acceso sólo era permitido a través de las cuentas de correo vinculadas a las universidades.
A partir del 2006, Facebook (sin el The) permitió su acceso libre. Más allá de enojar a esa élite universitaria, el crecimiento durante ese primer año fue impresionante. En 2008 ya contaba con 400 millones de usuarios y su valor comercial superaba los 10.000 millones de dólares.
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¿Qué es un grupo Facebook?
Facebook permite la creación de un grupo o comunidad monotemática que vincule a personas con un mismo interés. Esta comunidad puede tener acceso público (a todos los usuarios) o privado (solo a los miembros invitados).
El grupo permite compartir información y alentar debates entre todos los participantes del mismo.
El docente, como administrador del grupo, dispone las temáticas y orienta la acción. Es el animador de la comunidad.
Todos los integrantes pueden participar con sus comentarios, además de aportar videos, fotos y enlaces que enriquezcan el aprendizaje.
Es importante que un grupo sea dinámico y presente novedades de forma permanente. De esta forma, se incentiva que los participantes ingresen al mismo con cierta regularidad y, así, siempre estén atentos a los aportes.
La capacidad de interacción supone un aliento para el aprendizaje colaborativo.
El historial del grupo registra la participación de todos los miembros de la comunidad. Como docente, este nivel de lectura y participación puede servir como rúbrica académica para la calificación.
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EDMODO, una plataforma especializada
También se conoce como “el Facebook educativo”. Es una red social orientada al aprendizaje que integra accesos para profesores, estudiantes y padres de familia. En la actualidad cuenta con más de 30 millones de usuarios.
Se inició hace cinco años como una alternativa a Facebook. Buscaba “una forma sencilla y segura de compartir recursos y materiales” según manifiesta Aleksis Psychas, responsable para Europa, y se convirtió en una plataforma de interacción para toda la comunidad educativa.
Edmodo permite llevar a cabo «todo lo que se hace en una clase normal”. Los profesores pueden crear grupos para interactuar con sus estudiantes y compartir información, mensajes, textos, videos e, incluso, hasta bibliotecas.
Edmodo permite a los profesores realizar evaluaciones y consultas online para conocer los niveles de aprendizaje.
El diseño de interacción plantea diversos niveles de participación, dando acceso no sólo a docentes y estudiantes, sino que, además, abre un espacio para los padres. Gracias a este acceso, un padre, desde su cuenta personal, tiene la posibilidad de conocer y seguir el progreso de sus hijos y de sus compañeros, así como estar al tanto de los deberes y las fechas de exámenes.
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Reglas de participación
Internet ha servido para que personas malintencionadas puedan cometer diversos abusos y delitos amparados en la impunidad que otorga el anonimato. Para hacer de Facebook una herramienta educativa, es importante recordar ciertas reglas de uso que permiten una convivencia armoniosa.
Fuente: Redacción "Diálogo Educativo"
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