¿Alguna vez ha sentido la desolación o frustración por no conseguir los
objetivos deseados en el desarrollo de la clase?
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Un estudio
realizado por profesionales de la Universidad Autónoma de Madrid ha analizado
las causas del bajo rendimiento en los centros educativos. La experiencia de
análisis que se ha aplicado durante años para descubrir las claves del éxito en
los centros educativos, se ha centrado ahora en ver los contextos educativos
que dificultan el cumplimiento de objetivos.
Los resultados
presentados permiten revisar la situación de nuestros centros educativos para
evitar caer en las mismas situaciones.
Liderazgo educativo
La figura del
director refleja el espíritu de un centro educativo. El liderazgo y la actitud
con la cual afronta las funciones de orientación suponen el aliento
motivacional para profesores y estudiantes.
Los
profesores, de acuerdo a los resultados de la investigación, esperan un
director de la unidad educativa en el cual apoyarse. Un profesional que, como
una voz autorizada, se convierte en un
referente pedagógico.
Los centros
educativos que presentan un rendimiento por debajo de los parámetros normales
muestran la figura de un director ajeno a la actividad educativa. Con
frecuencia, el perfil identificado lo muestra como una persona involucrada en
las labores burocráticas y administrativas, en cierta manera, desentendido de
la labor pedagógica.
Esta idea se
refuerza con la sensación expresada por los docentes. Manifiestan la falta de
comunicación y coordinación entre ellos y el director, lo que genera un trabajo
de manera aislada y sin una guía que los oriente. Da la sensación, reiteran,
que la escuela funciona a pesar del director.
El liderazgo
del director nace por la actitud con la cual desarrolla las actividades, el
contacto con la comunidad educativa y la interacción con docentes y
estudiantes. El nombramiento lo impone la autoridad del cargo, no así el
liderazgo de grupo.
Un indicador
destacado para comprender la figura de liderazgo del director se basa en la
capacidad de construir estrategias de mediano o largo plazo para la gestión de
recursos humanos o financieros. La figura de un director que maneja la gestión
en función de la contingencia y las urgencias cotidianas limita las
posibilidades de éxito en el proceso de formación.
Clima escolar y de aula
Las
condiciones de trabajo ofrecen un aliciente importante para el éxito del
proceso educativo. Cuando el clima que envuelve la clase aporta desconfianza y
temor, el resultado del proceso será notoriamente menos satisfactorio.
La relación
entre docente y estudiante marca el ambiente de trabajo en el aula. El diálogo
fluido genera confianza, motiva el aprendizaje. Las situaciones de agresividad
provocan distanciamiento. Esta agresividad es aportada por la actitud de
estudiantes irreverentes que desautorizan al profesor y, por consiguiente,
repercute en una actitud más autoritaria del docente.
Construir un
clima agradable para el aprendizaje es una labor de todos. Las normas y pautas
de comportamiento se plantean como la base de ese ambiente de respeto. Los
espacios de interacción dentro de la comunidad escolar ayudarán a lograr mayor
confianza, a entender las dificultades que padece el otro y buscar las
soluciones de modo compartido.
Llama la
atención las denuncias que los profesores realizan ante el papel que juegan
algunos padres de familia. La presencia de estos últimos en el centro educativo
responde a una situación de reclamo y protesta, denigrando en esta acción tanto
la labor como la figura del profesor.
Altas expectativas
Muchos
docentes subrayan como justificación al bajo rendimiento académico, que los
niños muestran muy pocas habilidades cognitivas y sociales. Antes que convertirse
en actores de motivación para la superación de los estudiantes, los docentes
identifican los perfiles del fracaso escolar como perfiles generalizados. Muy
pocos estudiantes, relata la investigación, aspiran a continuar sus estudios y
acceder a la universidad.
Esta
desmotivación arrastra a docentes y estudiantes a una sensación de frustración.
El entorno familiar, que no ofrece ni aliento ni condiciones apropiadas para el
desempeño escolar, ayudan a revertir esta situación generalizada.
Ante este
pesimista escenario, la investigación también identifica una esperanza de
solución. Los niños y niñas de primaria muestran un interés y motivación por el
aprendizaje que contradice esta sensación. La posibilidad que tiene el centro
educativo por mantener y alentar esta avidez por aprender servirá como
aliciente para transformar en esperanza esta situación.
Estrategias de enseñanza
La labor del
docente como responsable de la clase es fundamental. Las estrategias que
utilice para validar un aprendizaje efectivo alentará la actitud de superación
de los estudiantes.
El panorama
descubierto en la investigación revela que los docentes apelan a la
reproducción de conocimiento como sistema preferencial. El estudiante se limita
a repetir las respuestas presentadas por el docente, sin mayor esfuerzo
interpretativo. Este sistema de replica el conocimiento no permite al docente
una oportunidad para fortalecer el aprendizaje buscado. Los estudiantes no
saben que se espera de ellos y qué fue lo que hicieron mal o porqué y, por
tanto, cómo mejorarlo.
La ausencia de
detonantes y retos en el aprendizaje hace que algunos estudiantes pierdan el
interés en el aprendizaje. La escuela, en esta perspectiva, no ofrece un aporte
de utilidad para los estudiantes.
La debilidad
en las estrategias de aprendizaje se refuerza con el deficiente uso del tiempo
de enseñanza. La irregularidad en el cumplimiento de los horarios, la pérdida
de días escolares y la promoción de actividades de índole cultural y social que
la convierten en un centro de festejos antes que en una casa de estudios
desalientan la labor pedagógica.
Compromiso docente
Resulta
recurrente escuchar a los docentes hablar de las condiciones necesarias para
mejorar la educación. Como actores
protagónicos de la educación, conocen los problemas y las soluciones. Sin
embargo, algo sucede que no permite implementar las mismas.
La labor
docente se desarrolla con una ausencia de implicación y compromiso con la labor
educativa. Muchos profesores se han convertido en “funcionarios de la
enseñanza”, conocedores de los defectos, pero impotentes para aplicar
soluciones.
El
emprendimiento personal que caracteriza a los buenos docentes siempre es
reconocido y premiado. Se presentan como un incentivo para la imitación de sus
compañeros. Destaca, por el contrario, la manera aislada en la que se
desarrolla la labor pedagógica en las escuelas que reflejan un bajo
rendimiento.
La
investigación desarrollada por la Universidad Autónoma de Madrid revela que
muchos docentes ansían cambiar de escuela su tuvieran dicha oportunidad.
Otros factores
que desalientan el compromiso docente se centran en las condiciones laborales
del área rural, los bajos salarios, la falta de oportunidad para la promoción
profesional.
Finalmente, es
de destacar que muchos docentes realizan actividades adicionales que les
permitan obtener ingresos extras repercutiendo negativamente en la preparación
de sus clases.
Implicación de las familias
La
participación de padres de familia resulta fundamental para el éxito del
aprendizaje. La complementación entre escuela y familia generan el mejor
escenario para el aprendizaje.
Los contextos
escolares que envuelven a las escuelas de rendimiento más bajo delatan la
escasa participación de los padres. La actividad laboral de los padres les
resta tiempo para participar en los procesos de formación. Su presencia en el
centro educativo es esporádica, más testimonial que participativa.
Con
frecuencia, la poca formación académica que poseen los padres repercute
directamente en la importancia que otorgan a la escuela. Muchos padres retiran
a sus hijos de las escuelas y los involucran en el trabajo familiar.
Instalaciones y Recursos
El estudio
describe como último factor de incidencia en el bajo rendimiento escolar las
condiciones de infraestructura. La mayoría de los centros objeto de estudio
reflejan unas condiciones limitadas: aulas sucias y descuidadas, con poca
ventilación y falta de iluminación adecuada.
Una
consideración interesante para mejorar el ambiente se basa en el adorno de las
paredes. La personalización del ambiente ayuda a considerar el espacio como
propio y, por tanto, como un espacio agradable.
DATOS
ESTUDIO
Este
estudio ha sido desarrollado por la Universidad Autónoma de Madrid. Los
responsables de la investigación han sido Reyes Hernández-Castilla, Francisco
Javier Murillo y Cynthia Martínez-Garrido.
La
investigación se ha desarrollado en escuelas de ocho países latinoamericanos:
Colombia, Chile, Cuba, Ecuador, España, Panamá, Perú y Venezuela
La elección
de las escuelas se ha realizado a partir de los resultados académicos de las
mismas. Los investigadores han analizado la realidad de aquellas que menor rendimiento
mostraron.
La
indagación ha asumido seis variables de estudio: dos cognitivas (rendimiento
en Lengua y en Matemáticas) y cuatro socio-afectivas (Auto-estima,
Comportamiento, Convivencia, Satisfacción con la escuela)
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Fuente: Redacción "Diálogo Educativo"
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