Educador, psicólogo y comunicador.
El recuerdo más vivo que tiene de su escuela es
el patio, un espacio verde y soleado. Sin duda es un recuerdo idealizado, ya
que Alfredo es de una región lluviosa. Pero como la mayoría de
niños, pensaba que no podía haber una escuela mejor que la suya. Esto es algo
que seguramente se ha replanteado después de meses viajando para visitar las
escuelas más innovadoras del mundo.
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http://blog.tiching.com
Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas
La vuelta al mundo
de escuela en escuela, ¿la versión educativa de Willy Fogg (protagonista de la
novela “la vuelta al mundo en 80 días)?
La verdad es que yo no me considero un
gran viajero. Mi motivación principal es conocer las escuelas innovadoras para
rediseñar el concepto de escuela.
¿Qué es una escuela
innovadora?
Es aquélla que se adapta a lo que está
ocurriendo en el mundo desde una perspectiva amplia: aplica lo que sabemos
sobre las teorías del aprendizaje y la pedagogía, está conectada con la
sociedad actual y se adapta a la revolución que estamos viviendo en
el ámbito de la generación y difusión de la información.
¿Y qué importancia tienen
las TIC y plataformas de cooperación en pedagogía?
Muchísima: Internet y las nuevas tecnologías
son uno de los cambios más grandes que han afectado a la escuela. Antes, la
escuela era la única guardiana del conocimiento pero ahora le ha salido
competencia. ¿Para qué necesito un profesor si tengo a Google?
¿Lo necesito?
Si vamos en la línea de planteamientos
como el de la plataforma Tiching, que redefine las funciones del profesor
adaptándolas a la sociedad actual, sí. El profesor ya no puede ser un
transmisor de la información porque ahora la información está viva y todos
podemos acceder a ella y modificarla. El profesor tiene que preparar pautas de
aprendizaje, aportar fuentes y dejar que sea el alumno quien maneje y cree la
información.
¿Cómo se lleva a la
práctica?
En una reunión de profesores de una de
las escuelas que he visitado, por ponerte un ejemplo. Los profesores de lengua
quieren cambiar el proyecto de inglés. Se han dado cuenta de que los alumnos se
han cansado de los dilemas que les proponían y tienen que buscar otros nuevos.
En un par de horas, tienen toda la pizarra llena de post-its con nuevas
estrategias y entre todos eligen las que creen que funcionarán mejor.
No todos los
profesores se implican tanto…
Lo que está claro es que muchas de las
transformaciones que queremos para la escuela tienen que ir de la mano de los
profesores. Ninguna escuela es mejor que el equipo de profesores que tiene. Al
fin y al cabo, la realidad cambia y los que se tienen que adaptar son los
profesores.
¿Lo hacen?
En la mayoría de escuelas que he
visitado, sí. Siempre me han hablado con mucha sinceridad de lo que habían
hecho mal en el pasado. La primera vez me sorprendió pero luego me di cuenta de
que era lo común. Te explican por qué ya no hacen algo que antes hacían. Esto
implica que asumen que lo que están haciendo ahora también tendrán que
repensarlo mañana, y esto es adaptarse.
¿En todas las
escuelas se prioriza esta actitud?
De las que he visitado, lo he visto en
todas excepto en una, que ya vi que era diferente desde el primer contacto. La
coordinadora me dijo que podía visitar la escuela pero que no me atendería
ningún profesor. Esto ya es raro porque en todos los centros he tenido muy
buena respuesta por parte del profesorado. Luego me dijo que tampoco sabía muy
bien qué enseñarme.
¿Y una vez allí?
Me di cuenta de que me había equivocado
de escuela. No era la escuela innovadora que yo pensaba. Era otra con el mismo
nombre. Y entonces me di cuenta de una cosa muy interesante: ni la coordinadora
ni nadie del profesorado tenían ninguna inquietud en mostrar nada de lo que
estaban haciendo. Nadie estaba orgulloso de su labor, y esto que paseando vi
cosas muy interesantes.
¿Qué le aconsejaría
a esta coordinadora si quisiera hacer su escuela más innovadora?
Le diría que tiene que cambiar ella. El
modelo de escuela que supuestamente quiere construir está determinado por lo
que ya hay. Le diría que se pregunte qué puede hacer y lo haga. Si va bien, que
se lo cuente a sus compañeros, porque tiene que haber un contagio de lo
positivo.
Para acabar: una
buena escuela es la que forma a personas…
Auténticas. Personas que descubran
quiénes son, qué quieren y cuál es su proyecto vital.
Entonces, ¿a qué
escuela debería llevar a mi hijo?
Lo más importante es que tú estés con él.
Invierte tiempo en él porque es más importante que descubras a qué colegio
quiere ir él que no que tú decidas a qué escuela lo quieres llevar.
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Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas
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