Dedicada a los docentes

Revista Digital de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas, un proyecto de la Conferencia Episcopal de Bolivia.

martes, 15 de agosto de 2017

PROYECTO SOCIAL PRODUCTIVO; DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA


La reforma educativa propuesta en la ley Avelino Siñani - Elizardo Pérez (2010) introduce en el aula los proyectos sociales productivos (PSP). A partir de estos proyectos se desea vincular la labor educativa con la vivencia en comunidad. ¿Ha conseguido aplicarse de manera idónea en nuestros centros de enseñanza?

Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas 

El responsable regional de Editorial Bienaventuranzas, Nestro Ariñez Roca, analiza algunos aspectos del PSP para facilitar su implementación en el aula. 

La implementación de la ley educativa propuesta por el actual gobierno ha provocado cambios en el desarrollo escolar. Algunas modificaciones, como la calificación sobre 100 en lugar de los 70 que estábamos acostumbrados, han sido rápidamente percibidas y asimiladas por docentes y padres de familia. Otras son más complejas de asumir y entender. ¿Por qué los padres de familia se deben involucrar de manera tan activa en las dinámicas escolares?

La ley Avelino Siñani- Elizardo Pérez introduce un término que está presente en las nuevas corrientes de pedagogía: educación productiva. Ariñez considera que esta inclusión responde a una evolución de los paradigmas pedagógicos. La visión positivista de la educación se ha suplantado con nuevas visiones formativas más actuales. 

En este contexto de reflexión sobre la función de la educación, desde el ministerio de educación se proyecta un modelo educativo relacionado con el trabajo, que coadyuve a la vocación productiva de cada región. Son varias las corrientes que alientan una mayor vinculación entre educación y vida, entre escuela y sociedad. Para Ariñez, el componente político de esta propuesta es central, aunque no por ello se debe pensar que es algo negativo.



La educación productiva se ha posicionado como un discurso innovador 
por parte de las autoridades educativas. En el marco de la descolonización, 
que ya se planteaba desde el 2006 con Felix Patzi como ministro, surge la
 idea de implementar en los centros educativos los proyectos 
sociocomunitarios productivos.

Nestor Aríñez sostiene la importancia de consolidar la relación entre la escuela y la vida; proponer un aprendizaje que aporte radicalmente al desarrollo integral del estudiante. De esta manera se logra revertir una tradición escolar que la separaba de la comunidad. El modelo positivista decayó en una enseñanza resultista, se aprendía sólo para los exámenes. La propuesta productiva actual trata de fusionar nuevamente el proceso formativo con el desarrollo de vida de los estudiantes. Por ello se realza la necesidad de abrir las puertas de los centros escolares y dinamizar acciones compartidas con la familia y la comunidad.

Más allá de los discursos políticos y las argumentaciones partidarias, la necesidad de alentar las escuelas productivas responde a una adecuación frente a los tiempos actuales. La base de esta propuesta se sustenta en la importancia de lograr un nexo entre la teoría y la práctica, entre la transmisión de valores y la producción de bienes y servicios que permitan la vivencia de dichos valores. Como ejemplo, Aríñez destaca la actitud de un centro escolar que trabajo el programa SP en torno a la familia. Durante el primer año se trabajó el valor de la familia desde la perspectiva educativa. Durante esta gestión se han direccionado las actividades para construir un gabinete de atención a las familias, un espacio físico para llevar a la práctica los valores asumidos. Finalmente, y como forma de cerrar el ciclo, se espera que el año próximo se forme a padres de familia para que puedan ser los responsables del gabinete y atiendan tanto a estudiantes y sus familias como a otras personas de la comunidad.


Estos cambios en la forma de encarar la educación alientan el 
trabajo de los estudiantes. La posibilidad de intervenir en la solución a 
problemas cotidianos modifica el sentido del aprendizaje y motiva
 la estudiante para un aprendizaje más activo.

Finalmente, Aríñez considera la actitud de aferrarse a una corriente ideológica responde a una moda. De por sí, no aporta sustancialmente al trabajo de aula. Debe ser el docente quien, partiendo de su experiencia, traduce las ideologías a formatos de relacionamiento más humano. El PSP se convierte en un sistema de trabajo válido en el momento en el cual los docentes interioricen el valor de trabajo integral con el estudiante y dejen de lado la necesidad de cumplir los requerimientos formales que piden las autoridades en educación. Pasar, en definitiva, de las estadísticas a las vivencias; del discurso político a la formación de las personas.


NESTOR ARÍÑEZ

La vocación educativa del “profe” le ha llevado a descubrir nuevas formas de incidir en la formación. Académicamente destaca por su maestría en Formación Docente e Innovación Educativa. 

Actualmente centra su trabajo en la formación de docentes y la generación de contenidos educativos para escuelas desde su función en la editorial Bienaventuranzas. También ha descubierto en la prensa escrita otro medio de influenciar en las familias y despertar su rol educativo. Desde las páginas del periódico opinión, alimenta un espacio periódico titulado Didascalia. 

Como el mismo explica “en los guiones de teatro, la didascalia son las indicaciones que se da a los actores, pero que no se expresan verbalmente en la actuación. En el mundo educativo existen muchas cosas que se hacen, pero que no se dicen. Quizás ponerlas en evidencia y pronunciarlas pueda ayudarnos a comprenderlas mejor”.
 


IDEAS PARA IMPLEMENTAR PSP
 Para muchos docentes, la estrategia de elaborar proyectos sociocomunitarios productivos resulta una sobre carga para diario de aula. Todavía no es clara la forma de resolver esta “imposición”. Aríñez recomienda a los docentes trabajar en la propuesta útil tanto para estudiantes como para docentes. 
 
Educar en la realidad.- El contexto de interacción de los estudiantes forma parte del ciclo de aprendizaje. El docente enseña a los estudiantes cómo funcionan las cosas y el mundo. Este aprendizaje requiere información y sentido crítico. En la actualidad estamos en una época de apogeo informativo. Desde un sencillo teléfono podemos acceder a cualquier información en instantes. Por ello, el enfoque fundamental consiste en educar a los estudiantes para valorar la información recibida y ser crítico con ella.

El maestro mecánico que reproduce contenidos no aporta al crecimiento del estudiante. Ahora se requiere un perfil docente con mayor valor crítico, capaz de instruir en el arte de gestionar la información y proyectar cambios.
El análisis de conflictos permite al docente desarrollar este pilar formativo. Aríñez propone algunos ejercicios pedagógicos para efectivizar el análisis.

-       Mapeo de actores: permite conocer los actores involucrados en un conflicto. La representación en círculos ayuda a dimensionar el problema. De acuerdo a la relación con el poder y el posicionamiento de la realidad se intensifica el color del círculo o de define el tamaño del mismo.

-       Técnica de la cebolla: permite desglosar el discurso de los actores del conflicto en capas. La externa se denomina la capa de posicionamiento. Es complejo entablar una negociación en esta etapa puesto que son posiciones irrenunciables. Más adentro encontramos las capas de los intereses y las necesidades, que son más accesibles para un proceso de entendimiento.

-       Mural informativo: con el análisis realizado, los estudiantes pueden expresar su percepción a través de un periódico o mural informativo. Se cierra el ciclo de conocer, valorar y exponer.

Educar para el trabajo.- Se percibe el trabajo como una forma de realización humana. Las personas maduramos a través de nuestro fortalecimiento profesional. Educar para el trabajo permite aprender más cosas y de manera más autónoma.
Como muestra para comprender este pilar, Aríñez expone la experiencia en Rincón de Luz, un centro de Cochabamba que apoya la labor escolar. Al concluir las clases de cada día, los niños acuden a un comedor. Con el apoyo de profesores, los estudiantes gozan de un espacio para realizar sus tareas escolares. Parte de su “trabajo”, consiste en limpiar tanto los servicios de la comida como la limpieza y cuidado del recinto escolar. Relata Néstor Aríñez que, en un principio, tuvieron que vencer los reclamos de los padres de familia. Con el pasar del tiempo, las madres elogiaron la experiencia al ver cómo los estudiantes replicaban esas labores de limpieza en sus hogares. Se convirtieron en un apoyo para la casa.



Aprendizaje basado en problemas.- Pequeños grupos de trabajo afrontan la resolución de un problema. Para ello, deben investigar, proyectar soluciones y unificar los criterios. Un docente puede acompañar el proceso, aunque es aconsejable que impulse en la mayor medida posible el aprendizaje propio. Como resultado de estas experiencias, los estudiantes concluyen con proyectos de intervención que se pueden aplicar a sus contextos sociales inmediatos.

Educación para la ciudadanía.- La vida diaria involucra múltiples acciones ciudadanas a las cuales apenas damos importancia. En el trasfondo de dichas acciones se percibe la vigencia de los derechos del ciudadano. Los estudiantes se mantienen al margen de estas acciones puesto que todavía no tienen responsabilidades”. Sin embargo, es importante cambiar la percepción y permitir a los estudiantes conocer (y por qué no proponer) acciones de índole social. De esta manera se trabaja la apatía de los jóvenes ante la gestión pública y el miedo cultural ante la autoridad. La escuela deberá abrir las puertas a la comunidad para hacerla corresponsable de la labor formativa.



Educación prosocial.- El criterio de prosocialidad se está extendiendo en los últimos años. Explica Aríñez que esta idea se refiere a “dar al otro sin esperar que el otro retribuya”. Distingue esta actitud del altruismo. La labor de entrega se sustenta en las necesidades detectadas y no en el proceso de entrega. En una frase clarificadora, Aríñez valora esta actitud como “que ames al otro como el otro quiere ser amado”.

Para cultivar esta actitud basada en la generosidad se recomienda fortalecer el diálogo intergeneracional, una escucha fluida en el marco del respeto mutuo.

Resiliencia.- quizás es la palabra de moda. Se entiende por resiliencia la capacidad de hacer frente a las dificultades de la vida, afrontarlas y superarlas y ser transformado positivamente por ellas. Aríñez resalta la figura de los protectores ambientales, “agentes externos que son capaces de protegernos psicológicamente: padres, grupos sociales donde me encuentro con comodidad”. Estos grupos extraer un aprendizaje de las experiencias negativas. Saber que hay algo bueno que va más alla del momento malo. 

Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas 



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