- La
creatividad se ha convertido en la habilidad más requerida en aulas y espacios
laborales. La capacidad de despertar sentidos nuevos a las cosas habituales
resulta atractiva. ¿Será que el trabajo en aula promueve esta actitud?
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Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas
Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas
Retaron a Ernest Hemingway a escribir una historia en 6 palabras. El
escritor estadounidense destacaba por la detalladle descripción en sus relatos.
La apuesta lo sacaba de su ámbito de comodidad para obligarlo a crear bajo un
estilo nuevo. “For sale: baby shoes, never worn (En venta: zapatos de bebé,
nunca usados) fue la propuesta del premio nobel de literatura; según él, esta
fue su mejor obra.
Estas dinámicas se replican constantemente en la vida diaria.
Situaciones que nos obligan a reformular el valor de las cosas. Ahí radica la
importancia del pensamiento creativo, en hacer las cosas de manera distinta,
como no se han hecho hasta el momento.
El desarrollo del pensamiento creativo impulsa el despertar de nuevas
formas de ver las cosas, de nuevos conceptos respecto a lo habitual. La
generación de nuevas ideas se sustenta en el dominio y conocimiento previo, en
la consistencia de un saber que permite romper las reglas y procedimientos
establecidos.
El pensamiento creativo “es una habilidad de formar nuevas combinaciones
de ideas para llenar una necesidad” resume Harry Alder. El resultado propuesta
se caracteriza por su originalidad.
¿Cómo promover esta cualidad creativa en el aula?
El ambiente escolar resulta propicio para alentar el pensamiento
creativo. En el marco del aprendizaje constante, el estudiante convive en un
espacio de experimentación natural. El ejercicio de ensayo y error es parte de
la enseñanza en aula.
Un obstáculo se interpone y limita el desarrollo creativo en el aula. El
miedo.
Miedo a ser diferente, a equivocarse, al ridículo, a la crítica, al
riesgo.
El premio al resultado impera en las aulas escolares. Padres, docentes y
estudiantes miden el aprendizaje en virtud de un resultado. Esta forma de
validar el aprendizaje funciona como una cortapisa de la participación
estudiantil. La creatividad queda relegada en beneficio de la nota.
El docente debe provocar un espacio de aprendizaje que rompa los miedos
y aliente el sentido creativo. Para ello, debe transmitir a los estudiantes
sensaciones de confianza y autoestima. Abrir la mente con nuevas ideas, activar
un sistema de preguntas constantes, cultivar la curiosidad, ejercitar la mente,
huir de las rutinas, validar las perspectivas opuestas son formas de nutrir la
clase de espacios creativos.
En un ambiente abierto a nuevas formas de hacer, los estudiantes
encontrarán la confianza para experimentar abiertamente. El miedo a “no encajar
en el grupo” estará disipado. Será un espacio que premie la innovación, la
valentía, la búsqueda de nuevas formas de construir.
En contra de lo que muchos piensan, el docente no es responsable de
despertar la creatividad. La labor esencia del docente consiste en crear las
condiciones idóneas para que los estudiantes, de manera natural, dejen fluir su
creatividad. Como docentes, estamos llamados a superar los paradigmas vigentes
y facilitar escenarios de interacción nuevos, espacios caracterizados por el
orden, la honestidad, la colaboración y la solidaridad. La creatividad
florecerá por sí sola allá donde la experimentación sea abonada.
Una educación que sustente la creatividad trabaja el desarrollo de
virtudes personales y grupales. El docente está llamado a ser el primer
creativo dentro del aula. Tiene la difícil misión de “incomodar” a los
estudiantes para que no conviertan el trabajo de aula en una acción rutinaria.
Nos hemos acostumbrado, como sociedad, a plantear la creatividad como
fruto de la inspiración. Los hay que tienen, y otros que carecen. Esta forma de
pensar posterga el pensamiento creativo a un plano secundario. Queda demostrado
que el pensamiento creativo se trabaja de la misma forma que otras facetas del
aprendizaje. El deseo y la preparación son ejes prioritarios para fortalecer un
sentido creativo.
Todo trabajo se sintetiza en un resultado. Para Alder, el pensamiento
creativo “debe tener un resultado,
ya sea a través de una acción interna (como llegar a una conclusión, formular
una hipótesis o tomar una cierta decisión) o de una acción externa (como escribir
un libro, pintar un cuadro o componer una canción)”.
El
estudiante que ha fortalecido su pensamiento creativo tiene una confianza en su
aprendizaje adquirido. No necesita la aprobación de los demás, su capacidad de
autoevaluación se torna en el más firme compromiso de éxito.
RASGOS
DEL APRENDIZAJE CREATIVO
Fluidez de
pensamiento.
El estudiante es capaz de pensar con libertad y naturalidad. Esto incluye:
·
Fluidez
de palabra: puede mencionar palabras que contengan letras o combinaciones de
letras determinadas.
·
Fluidez
de expresión: tiene facilidad para dar los sinónimos de una palabra
determinada.
·
Fluidez
de ideas: puede producir cómodamente ideas que cumplan con ciertos requerimientos
(por ejemplo, nombrar objetos que sean sólidos, blancos y comestibles) o
escribir un título apropiado para una historia dada.
Flexibilidad
de pensamiento.
Consiste en la capacidad de abandonar sin problema formas de pensar adquiridas
y adoptar nuevas. Por ejemplo:
·
Flexibilidad
espontánea: puede producir gran variedad de ideas, como en el popular ejercicio
de “usos para un objeto común”. Así, al sugerir los posibles usos de un
ladrillo, la persona logra saltar de una categoría a otra: material de
construcción, tope para puerta, proyectil, fuente de polvo rojo, etc.
·
Flexibilidad
adaptativa: puede generalizar los requerimientos de un problema para encontrar
una solución. Por ejemplo, en un ejercicio de trazar cuadrados con el menor
número posible de líneas, opta por abandonar la idea común de que todos tienen
que ser del mismo tamaño.
Originalidad. El estudiante propone ideas
que estadísticamente están fuera de lo común. Un ejemplo son las asociaciones
remotas: establece asociaciones entre elementos remotos entre sí en el tiempo o
el espacio, o remotos desde el punto de vista lógico. Por ejemplo, asociar un
lápiz con una nube para encontrarles alguna semejanza; o relacionar las formas
de las ventanas de una casa con las siluetas de los animales del zoológico.
Sensibilidad
o capacidad para identificar problemas. Permite al estudiante identificar
deficiencias en productos comunes o juzgar si se han alcanzado los objetivos en
una situación dada. Esto está relacionado con “plantear la pregunta adecuada” y
“llegar al meollo del asunto”.
Respuestas
ingeniosas.
Esta característica se acerca a la “inteligencia”, pero más en el sentido de
“astucia” o “perspicacia” que en el de ingenio intelectual o cerebral. En otras
palabras, son respuestas en las que no se mide el nivel de conocimiento, sino
la capacidad de elaborar o ingeniar soluciones creativas.
Redefinición. Renuncia a las
interpretaciones habituales de los objetos familiares y los utiliza de formas
nuevas. Por ejemplo: “¿Cuál de los objetos siguientes puede servir mejor para
fabricar una aguja: lápiz, rábano, pez, clavel?” (Su elección sería “pez”,
arguyendo que se podrían utilizar las espinas).
Desarrollo. Puede agregar detalles a un
esquema general. Por ejemplo, a partir de una tarea macro, describirá los pasos
detallados; a partir de dos líneas simples trazará un objeto más complejo.
Tolerancia a
la ambigüedad.
Puede aceptar cierta incertidumbre en las conclusiones; se abstiene de utilizar
categorías rígidas. Algunas personas creativas parecen sentirse atraídas por el
riesgo y la incertidumbre.
Voluntad de
ser diferente y desacatar las convenciones. Esto describe más a un líder que a un
seguidor, pero un líder de ideas más que de personas. La aversión a la
“autoridad” se refiere tanto a leyes científicas inanimadas, principios y
reglas en general, como a la autoridad jerárquica.
Estricta
autodisciplina.
Éste es otro elemento de los pensamientos conscientes que forman parte del
proceso creativo y que contrasta con los aspectos inconscientes que suelen
mencionarse. La autodisciplina puede estar fundamentada en la entrega a un
trabajo o ámbito y puede no presentarse si no hay un desafío motivador.
Estándares
elevados de excelencia.
La autovaloración también está vinculada con la motivación personal o
intrínseca. Los estándares personales se elevan conforme se emprenden desafíos
mayores. La búsqueda de la excelencia per se parece ser parte de la motivación
de una persona.
Voluntad de
correr riesgos.
El tipo de riesgo no es como el que correría un apostador; es, más bien, como
el peligro de fracasar en empresas difíciles de las que se desconocen los
resultados. También existen riesgos cuando se va contra las opiniones
generalmente aceptadas y populares.
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Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas
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