El e-learning se proyecta como el futuro de la educación. Presenta una amplia gama de alternativas para la formación.
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Mayor accesibilidad al estudio
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Desarrollo personalizado del aprendizaje; se
avanza en la medida de cada aprendizaje
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Se complementa con otras actividades sin
interferir en ellas. El estudiante elige sus tiempos de dedicación.
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Integra el multimedia como herramienta pedagógica
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La interacción entre docente y estudiante es
distante e impersonal, falta contacto.
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Mayor nivel de abandono en el estudio
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La rectificación y corrección del aprendizaje
no corresponde a un proceso de interiorización del conocimiento.
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Mayor responsabilidad individual para culminar
la capacitación.
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Las ventajas competitivas
que ofrece la enseñanza virtual asombran por su capacidad de adaptación. Bajo
la consigna “cuando quiera y dónde quiera” el e-learning ha mostrado un proceso
de expansión constante. Muchas universidades, entre ellas las más prestigiosas,
han incursionado en el mundo de la educación virtual como una alternativa
formativa.
La cátedra UNESCO de
Gestión de la Educación alienta al desarrollo de estas propuestas para
adaptarse a “una nueva realidad en donde el aprendizaje ya no se concentra
exclusivamente en el aula, sino que pasa también por el acceso a las
tecnologías de la comunicación (TIC), por el aula virtual”. El e-learning se
perfila como una solución a los problemas que el sistema presencial de estudio
no logra responder.
La educación virtual
responde a las necesidades de la sociedad actual. No solo permite mayor
oportunidad para la formación, sino que también logra ampliar la oferta
académica con programas más variados y específicos. Las universidades han
descubierto una oportunidad de presencia constante en la educación virtual
continua y, precisamente para fortalecer este espacio, han elogiado las
ventajas del e-learning.
Las plataformas de
educación virtuales resultan atrayentes por la capacidad de integrar el
multimedia como recurso pedagógico. También destacan por su fácil acceso, tanto
en tiempo como espacio, lo que permite compaginar el estudio con otras
actividades.
Ciertamente, el sistema
tradicional de enseñanza plantea barreras que dificultan el aprendizaje. El pedagogo e investigador Lorenzo García
identifica tres barreras que la educación virtual supera:
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Barreras geográficas.- el acceso a la educación
virtual supera las distancias físicas y permite la integración de las
periferias con los centros de formación.
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Barrera del tiempo.- el horario de enseñanza
tradicional está supeditado a la disponibilidad del docente. La plataforma
virtual de educación dispone un acceso temporal más amplio, puesto que
intermedia la presencia del docente a través de las redes.
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Barrera de la demanda.- Los centros de formación
tienden a concentrarse en núcleos de población numerosos. Esta dinámica
facilita la participación de estudiantes. Al mismo tiempo, condena a las
poblaciones pequeñas por la falta de demanda y el encarecimiento de la
formación.
La expansión desmedida de
la educación virtual la ha convertido en un rentable negocio. De acuerdo a las
indagaciones de García, en el año 2005, los cursos de e-learning avalados por
centros autorizados de estudio supusieron un negocio de 24.000 millones de
euros en el mundo.
El tentador panorama que
rodea a la educación virtual está acompañado de un lado oscuro escondido para
que no opaque su crecimiento. El e-learning no garantiza una mayor calidad en
la enseñanza ni un aprendizaje más interiorizado. La educación virtual
simplemente introduce las herramientas tecnológicas en el proceso de
aprendizaje. Por tanto, las limitaciones que plantee la formación virtual son
las mismas que podemos encontrar en un espacio presencial de educación. Incluso,
se podrá añadir otras distracciones que frustren el éxito del proceso de
aprendizaje.
De acuerdo a las
investigaciones propuestas por Lorenzo García, el e-learning presenta una
relación diferida entre docente y estudiante, un desencuentro que provoca una
lentitud en la retroalimentación. Otras limitaciones que se producen en el
proceso de aprendizaje virtual suponen una mayor dificultad para rectificar los
errores, un mayor abandono de los estudios al carecer de un acompañamiento
constante.
ESTILOS DE APRENDIZAJE
El éxito en un proceso de
aprendizaje radica en los estilos de aprendizaje que cada estudiante genere.
Las personas adquieren el conocimiento de distintas maneras. Los investigadores
Honey y Mumford han establecido unos paradigmas distintivos de aprendizaje de
acuerdo a como se percibe y analiza la información.
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Activista: Las personas que tienen predominancia en estilo activo se implican plenamente
y sin prejuicios en nuevas experiencias. Se crecen ante los desafíos y se aburren
con los largos plazos. Son personas muy de grupo que se involucran en los asuntos
de los demás y centran a su alrededor todas las actividades.
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Reflexivo: Los reflexivos aprenden también con las nuevas experiencias pero no les gusta estar
directamente implicados en ellas. Reúnen datos, analizándolos con detenimiento
antes de llegar a alguna conclusión.
Disfrutan observando la
actuación de los demás, escuchándoles pero no intervienen hasta que se han
adueñado de la situación.
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Teórico: Los teóricos aprenden mejor cuando las cosas que se les enseñan
forman parte de un sistema, modelo, teoría o concepto.
Les gusta analizar y sintetizar.
Para ellos si algo es lógico, es bueno.
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Pragmático: El punto fuerte de los pragmáticos es la aplicación práctica de las
ideas. Descubren el aspecto positivo de las nuevas ideas y aprovechan la
primera oportunidad para experimentarlas. Tienden a ser impacientes cuando
hay personas que teorizan
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El éxito de un
aprendizaje en la plataforma virtual radica en el estilo de aprendizaje propuesto.
La existencia de cuatro paradigmas de aprendizaje diferentes impulsa a
diferenciar las metodologías pedagógicas
propuestas. Este dinamismo permitirá crear un estilo personalizado para cada
estudiante, facilitando el camino para obtener el resultado esperado.
Las plataformas
e-learning permiten compaginar diversos estilos de enseñanza para un mismo
contenido. Los estudiantes responden unos cuestionarios modelos que ayudarán a
establecer cuál es el estilo de aprendizaje. De acuerdo a cada perfil, el
diseño del e-learning ofrecerá los contenidos de la manera más idónea para
validar el éxito del proceso.
Fuente: Redacción "Diálogo Educativo"
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