La cultura digital está, cada día, más integrada en el aula. Estar al
tanto de las nuevas aplicaciones permite al docente tener nuevos espacios de
interacción con los estudiantes. La brecha digital puede marcar una dificultad
para el trabajo en aula.
Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas
Las nuevas tecnologías han causado
cambios profundos en la relación entre las personas y el aprendizaje. Hoy
en día se puede enseñar y aprender
en todo momento y en todo lugar, a través de distintos tipos de
herramientas y plataformas. Los docentes deben asumir estos avances si quieren
aprovechar las oportunidades que brindan estos canales en materia pedagógica.
Según comentó a Universia México la Doctora en
Innovación Educativa Marcela Gómez Zermeño, “el desarrollo de las tecnologías
ha modificado el acceso a la información y transformado sustancialmente la
adquisición, almacenamiento y difusión del conocimiento” lo que conlleva un
gran potencial para “construir
sociedades más democráticas y promover el libre flujo de
información e ideas en el mundo entero”.
“En un mundo global donde la ‘constante es el
cambio’, los docentes deben ser capaces de adaptar continuamente en su práctica educativa, las metodologías
de enseñanza en función de los objetivos de aprendizaje que se desean lograr”,
afirma la especialista.
Según publica Tsisana Palmer, experta en enseñanza
de inglés, éstas son las competencias que no pueden faltar en un docente del siglo XXI:
1. Aprender
nuevas tecnologías
Para Gómez Zermeño, saber utilizar las tecnologías
de la información y la comunicación (TIC) “es una competencia básica para la
vida, al igual que la lectura, la escritura y las matemáticas”. Un docente digital
debe saber transmitir estos conocimientos a los estudiantes, y para ello
necesita aprenderlos por sí mismo.
La buena noticia es que las nuevas herramientas y
aplicaciones son cada vez de uso más intuitivo y amigable para el usuario, por
lo que ya no es necesario ser un
experto en informática para dominarlas.
Experimentar con recursos y redes sociales que
nunca han probado antes les llevará a encontrar maneras innovadoras e interesantes de transmitir
conocimientos. Seguramente, los estudiantes sabrán agradecerlo.
2. Brindar
instrucciones personalizadas
Los estudiantes son diferentes, aprenden de manera
distinta y poseen habilidades y talentos particulares. A esto se suma que,
mediante su celular, Tablet o computadora, tienen acceso instantáneo a
cualquier tipo de información. Por este motivo, el docente debe, en la medida
de lo posible, adaptar las
instrucciones a las necesidades de cada estudiante. De esta manera, el
estudiante se sentirá libre y motivado respecto a sus tareas: se sentirá “dueño
de su propio aprendizaje”.
3.
Globalizar el salón de clases
En este mundo interconectado y cada vez más
pequeño, tenemos la oportunidad de aprender sobre otras culturas de primera
mano. Si en la clase deben estudiar a Japón, por ejemplo, no lo hagan a través
de libros de texto. Utilice herramientas como Google Earth para “visitar” el
país, utilice las redes sociales para encontrar a un japonés dispuesto a
charlar con los estudiantes acerca de su cultura: las posibilidades son
infinitas. En lugar de aprender de memoria datos sobre la geografía y la
historia de un lugar, los estudiantes tendrán la oportunidad de comprender su
cultura de forma más auténtica y memorable.
4.
Incentivar a los estudiantes a producir contenido
Aunque los estudiantes de hoy son considerados
nativos digitales y tienen un sinfín de herramientas al alcance de su mano, las
instituciones siguen pidiendo tareas tradicionales en papel, mientras que los
estudiantes solamente utilizan sus dispositivos para comunicarse con sus familias
o amigos. En su lugar, incentive a tus estudiantes a crear y editar videos,
infografías y blogs creativos y dinámicos. Estas tareas son las que quedarán en
su memoria y desearán compartir con otros, en lugar de terminar en la papelera
una vez calificadas.
Una manera eficiente de incentivar la producción
propia por parte de los estudiantes es el aprendizaje basado en proyectos. De esta manera, los
estudiantes son los encargados de llevar a cabo su propia investigación,
contactar a expertos y crear proyectos finales aprovechando todas las
herramientas disponibles.
5.
Digitalizar el aula
En esta época, utilizar papel es cada vez menos
necesario. Al mismo tiempo, cada vez existen más plataformas destinadas a
digitalizar el aula: Google Classroom, Google Groups, Wiki o Moodle son algunas
de ellas. Insta a los estudiantes que suban sus tareas, compartan materiales y participen en debates a
través de este medio.
Otra manera de digitalizar el aula es aceptar del uso de dispositivos durante la
clase, ya que si son utilizadas de manera adecuada pueden constituir
valiosas herramientas de aprendizaje. En lugar de prohibir rotundamente el uso
de los teléfonos inteligentes, por ejemplo, se puede dejar que los estudiantes
los utilicen para buscar nuevo vocabulario. Si un estudiante pregunta el
significado de una palabra, en lugar de intentar explicarla, se puede recurre a
los dispositivos digitales para que él mismo busque en Google y luego le cuente a toda la clase el
resultado. De esta manera, es más probable que el estudiante incorpore la nueva
información y se sienta partícipe de su aprendizaje.
Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas
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