Dedicada a los docentes

Revista Digital de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas, un proyecto de la Conferencia Episcopal de Bolivia.

martes, 3 de octubre de 2017

Las nuevas COMPETENCIAS PARA EL DOCENTE DIGITAL



La cultura digital está, cada día, más integrada en el aula. Estar al tanto de las nuevas aplicaciones permite al docente tener nuevos espacios de interacción con los estudiantes. La brecha digital puede marcar una dificultad para el trabajo en aula.

Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".  
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas

Las nuevas tecnologías han causado cambios profundos en la relación entre las personas y el aprendizaje. Hoy en día se puede enseñar y aprender en todo momento y en todo lugar, a través de distintos tipos de herramientas y plataformas. Los docentes deben asumir estos avances si quieren aprovechar las oportunidades que brindan estos canales en materia pedagógica.

Según comentó a Universia México la Doctora en Innovación Educativa Marcela Gómez Zermeño, “el desarrollo de las tecnologías ha modificado el acceso a la información y transformado sustancialmente la adquisición, almacenamiento y difusión del conocimiento” lo que conlleva un gran potencial para “construir sociedades más democráticas y promover el libre flujo de información e ideas en el mundo entero”.

“En un mundo global donde la ‘constante es el cambio’, los docentes deben ser capaces de adaptar continuamente en su práctica educativa, las metodologías de enseñanza en función de los objetivos de aprendizaje que se desean lograr”, afirma la especialista.

Según publica Tsisana Palmer, experta en enseñanza de inglés, éstas son las competencias que no pueden faltar en un docente del siglo XXI:

1. Aprender nuevas tecnologías


Para Gómez Zermeño, saber utilizar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) “es una competencia básica para la vida, al igual que la lectura, la escritura y las matemáticas”. Un docente digital debe saber transmitir estos conocimientos a los estudiantes, y para ello necesita aprenderlos por sí mismo.

La buena noticia es que las nuevas herramientas y aplicaciones son cada vez de uso más intuitivo y amigable para el usuario, por lo que ya no es necesario ser un experto en informática para dominarlas.

Experimentar con recursos y redes sociales que nunca han probado antes les llevará a encontrar maneras innovadoras e interesantes de transmitir conocimientos. Seguramente, los estudiantes sabrán agradecerlo.

2. Brindar instrucciones personalizadas


Los estudiantes son diferentes, aprenden de manera distinta y poseen habilidades y talentos particulares. A esto se suma que, mediante su celular, Tablet o computadora, tienen acceso instantáneo a cualquier tipo de información. Por este motivo, el docente debe, en la medida de lo posible, adaptar las instrucciones a las necesidades de cada estudiante. De esta manera, el estudiante se sentirá libre y motivado respecto a sus tareas: se sentirá “dueño de su propio aprendizaje”.

3. Globalizar el salón de clases


En este mundo interconectado y cada vez más pequeño, tenemos la oportunidad de aprender sobre otras culturas de primera mano. Si en la clase deben estudiar a Japón, por ejemplo, no lo hagan a través de libros de texto. Utilice herramientas como Google Earth para “visitar” el país, utilice las redes sociales para encontrar a un japonés dispuesto a charlar con los estudiantes acerca de su cultura: las posibilidades son infinitas. En lugar de aprender de memoria datos sobre la geografía y la historia de un lugar, los estudiantes tendrán la oportunidad de comprender su cultura de forma más auténtica y memorable.

4. Incentivar a los estudiantes a producir contenido


Aunque los estudiantes de hoy son considerados nativos digitales y tienen un sinfín de herramientas al alcance de su mano, las instituciones siguen pidiendo tareas tradicionales en papel, mientras que los estudiantes solamente utilizan sus dispositivos para comunicarse con sus familias o amigos. En su lugar, incentive a tus estudiantes a crear y editar videos, infografías y blogs creativos y dinámicos. Estas tareas son las que quedarán en su memoria y desearán compartir con otros, en lugar de terminar en la papelera una vez calificadas.

Una manera eficiente de incentivar la producción propia por parte de los estudiantes es el aprendizaje basado en proyectos. De esta manera, los estudiantes son los encargados de llevar a cabo su propia investigación, contactar a expertos y crear proyectos finales aprovechando todas las herramientas disponibles.


5. Digitalizar el aula



En esta época, utilizar papel es cada vez menos necesario. Al mismo tiempo, cada vez existen más plataformas destinadas a digitalizar el aula: Google Classroom, Google Groups, Wiki o Moodle son algunas de ellas. Insta a los estudiantes que suban sus tareas, compartan materiales y participen en debates a través de este medio.

Otra manera de digitalizar el aula es aceptar del uso de dispositivos durante la clase, ya que si son utilizadas de manera adecuada pueden constituir valiosas herramientas de aprendizaje. En lugar de prohibir rotundamente el uso de los teléfonos inteligentes, por ejemplo, se puede dejar que los estudiantes los utilicen para buscar nuevo vocabulario. Si un estudiante pregunta el significado de una palabra, en lugar de intentar explicarla, se puede recurre a los dispositivos digitales para que él mismo busque en Google y luego le cuente a toda la clase el resultado. De esta manera, es más probable que el estudiante incorpore la nueva información y se sienta partícipe de su aprendizaje.

Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".  
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas


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