Dedicada a los docentes

Revista Digital de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas, un proyecto de la Conferencia Episcopal de Bolivia.

jueves, 17 de agosto de 2017

NO MÁS EXCUSAS PARA LA EDUCACIÓN INCLUSIVA


- La UNESCO planteó el objetivo de educación de educación inclusiva y de calidad para el 2015. El catedrático Jesús Beltrán reflexiona sobre los alcances obtenidos y la evolución de los modelos educativos.

Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas 

La modernidad está envuelta en un frenesí de cambios. La constante innovación tecnológica provoca una epidemia de cambios en la cual está inmersa la educación. Con frecuencia, los impulsores de estos cambios buscan la rentabilidad como indicador de validez. Factores como la calidad o la igualdad quedan relegados en esta escala. Al parecer, sólo se concibe una sociedad de éxito, de líderes. 

En el entorno escolar se han vivido múltiples transformaciones en búsqueda de la llamada educación de calidad. En los últimos 40 años se han renovado los modelos educativos para garantizar la mejor educación.

El catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Jesús A. Beltrán Llerá, califica estos cambios como evoluciones de forma que provocan un incremento excesivo de burocracia. Sin embargo, no se ha logrado transformar el corazón de la educación y seguimos trabajando con un modelo tradicional.



Se ha invertido mucho dinero en busca de intervenciones educativas, 
valora Beltrán, que apenas han significado modificaciones en los 
resultados anteriores. Para muchos padres, la educación está peor que antes. 
La verdad es que pocos sistemas funcionan como sería deseable. 

El diseño de proyectos de mejoramiento de los sistemas educativos se implementa de manera incompleta en los centros escolares. En definitiva, “se sufren muchas reformas y pocos cambios”, sentencia el mencionado catedrático. 

La mayoría de los cambios educativos han sido propuestos desde la administración pública, sin tener en cuenta el proceso de implementación que debe adecuarse a cada realidad escolar. Los parámetros políticos que priman en el diseño de estos proyectos dejan de lado las exigencias reales de profesores y estudiantes. Estas “imposiciones” generan un rechazo natural al mismo. 

Con más frecuencia de la deseada se tratan de copiar modelos exitosos en otros contextos. Se puede copiar el modelo, pero no el resultado obtenido. La imitación de ideas exitosas implica la capacidad de adaptarlas a las circunstancias de cada región.



Beltrán hace un repaso de los diversos modelos educativos que 
se han consolidado a lo largo de la historia. La implementación de cada 
uno de estos modelos se caracteriza por sus aciertos y errores. 

Actualmente, el modelo inclusivo que ha sido alentado por la UNESCO rescata los valores positivos de las propuestas anteriores y rectifica los errores detectados. En general, se plantea una educación con profesores altamente preparados que reducen la burocracia e impulsan la autonomía de aprendizaje acompañada de la participación de padres de familia. Es decir, un modelo de comunidades de aprendizaje.

La Asociación Americana de Psicología (APA), publicó en 1995 los “Principios del aprendizaje”. En el citado texto, se presenta una revisión de los paradigmas educativos anteriores (institucional, administrativo e instruccional) para concluir con una propuesta de un paradigma educativo integrador. El eje del proceso educativo se direcciona desde la persona que aprende y su aprendizaje logrado. El docente centra su accionar en ayudar a aprender. Los procesos externos del aprendizaje (recursos, tiempo, currículo), tan importantes en modelos anteriores, adquieren un rol secundario en este paradigma.

Con anterioridad, Gardner y Sternberg ya habían propuesto la educación diferencial adecuada a la inteligencia de cada estudiante. La enseñanza de inteligencias se complementa con la enseñanza de contenidos para que todos los estudiantes puedan desarrollarse en un marco de aceptación mutua. Parte de este modelo potencia la integración de todos los estudiantes en un espacio de aprendizaje compartido. Por ello, se habla del paradigma de Educación Inclusiva.
Los estudiantes con habilidades de aprendizaje diferente comparten procesos educativos similares. La educación inclusiva elimina los efectos negativos de la segregación educativa provocados en anteriores paradigmas.



La UNESCO define la educación inclusiva como “un proceso permanente 
que trata de ofrecer una educación de calidad para todos mientras se 
respeta la diversidad y las diferentes necesidades, habilidades, 
características y expectativas de aprendizaje de los estudiantes y 
comunidades, eliminando toda forma de discriminación”. 

También propone replantear el término dificultades de aprendizaje y hablar de barreras de aprendizaje, comprometiendo de esta manera a la comunidad en las dinámicas de enseñanza de todos los estudiantes.

La educación inclusiva se identifica por cuatro características diferenciales.

-       Enseñanza de calidad para todos.- La educación desempeña un papel esencial en el desarrollo económico, científico y social de los pueblos. Para la UNESCO, el objetivo de una educación universal y de calidad para todos forma parte de los principios necesarios para el desarrollo de los pueblos. La educación de calidad reclama una visión global, a través de las redes de conocimiento que las nuevas tecnologías de información y comunicación plantean y, ante todo, democrática, permitiendo que todos tengan acceso real a un mismo grado educativo en igualdad de oportunidades.

Algunos países han buscado homogeneizar el currículo escolar para garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a un mismo sistema educativo. Estas propuestas tienen aspectos positivos como la equidad, la nivelación de estándares y la mejora en los resultados de test internacionales. También es bueno considerar que estos programas unificados pierden la riqueza del valor de la comunidad local y limitan la creatividad de los estudiantes y docentes. En opinión de Beltrán, el estudiante aprende a no desviarse con los modelos de educación unificadores.

-       Respeto a la diversidad.- Durante mucho tiempo se ha concebido la diversidad como una desviación de la norma, algo negativo. La diversidad es compatible con la calidad educativa, es más, la enriquece constantemente al requerir nuevas formas de enseñar.



Gardner ha descrito la existencia de nueve inteligencias diferentes que nos acercan al aprendizaje desde caminos diferentes. La enseñanza tradicional destinada a una “inteligencia general” ha dominado los procesos escolares. Un único proceso de enseñanza que se aplica a todos los estudiantes por igual, sin distinción.

Actualmente se reconocen 9 tipos de inteligencia que deben ser formadas dentro de los procesos de aprendizaje para consolidar un crecimiento intelectual y emocional adecuado. Como docentes, tenemos la obligación de despertar cada una de estas inteligencias en nuestros estudiantes y garantizar un aprendizaje integrador.

-       Eliminación de actitudes y conductas discriminativas.- la escuela se convierte en el espacio idóneo para formar una sociedad sin exclusiones. Los modelos educativos tradicionales se han caracterizado por segregar a estudiantes con dificultades de aprendizaje. Para estos estudiantes se creaban centros especializados con atención y dedicación diferente. Esta exclusión provocaba un concepto mental de diferencia (tanto para unos como para otros) en los niños, un concepto que es difícil revertir en el contexto social diario.


La comunidad escolar está llamada para normalizar la presencia de todos 
los estudiantes en un mismo espacio compartido. Los estudiantes se 
apoyarán entre ellos para lograr el aprendizaje. La normalización y la 
convivencia en el aula será el mejor aporte para una normalización social.

-       Autonomía responsable de los estudiantes.- La escuela debe proponer a los estudiantes convertirse en socios del cambio, personas capaces de diseñar sus propias experiencias de aprendizaje que desarrollen su potencial personal. El papel del estudiante es mucho más activo que en modelos anteriores. Las tecnologías refuerzan esta posición de privilegio que se genera en el contexto escolar a favor de los estudiantes.

Los currículos centralizados se diseñan en virtud de un perfil compartido de estudiante. Estas propuestas unificadoras limitan el valor personal del estudiante, puesto que lo conciben igual a todos. La autonomía de aula permite al estudiante vivir sus propias experiencias de aprendizaje y desarrollar, así, sus talentos.
Concluye Beltrán resaltando la importancia que los docentes adquieren para la implementación del paradigma de educación inclusiva. El buen profesor, considera, “puede despertar la magia que se esconde dentro de cada estudiante. El profesor entusiasta contagia esa emoción en los estudiantes para provocar experiencias educativas creativas”. Así, pues, los cambios son cuestión de buena voluntad.

Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas 


miércoles, 16 de agosto de 2017

LA INCESANTE TAREA DE INNOVAR EN LA EDUCACIÓN


La tecnología y la educación son vecinos incómodos. Todos creemos que deberían complementarse y crear un espacio más productivo en el aula. Sin embargo, es frecuente que se ponga el foco de atención en las discordancias acrecentando una brecha entre ambas.

Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas 

Las computadoras y las tablets permiten un acceso casi ilimitado a la información. El espacio del aula se abre a nuevos escenarios de aprendizaje. En la actualidad, el estudiante se desenvuelve en contextos más dinámicos y se relaciona a través de realidades virtuales. La escuela debe rescatar los beneficios de estos escenarios para contribuir plenamente a los procesos educativos.

El observatorio de tendencias de Coolhunting Community se ha especializado en la búsqueda de innovaciones que repercuten en beneficio de la sociedad. Junto a la Asociación de Colegios Privado e Independientes de España (CICAE) han elaborado un decálogo de las tendencias educativas emergentes. 

Para Gabriel Castellano, presidente de CICAE, “la educación ha estado bastante cerrada en los últimos años. Para innovar hay que compartir, porque el margen de progresión en las aulas es muy amplio”. Esta propuesta alienta el debate necesario para renovar un sistema de educación conformista.



1.    Empoderar a los estudiantes.
Los estudiantes son cada vez más conscientes de sus capacidades y talentos desde edades tempranas, y desarrollan habilidades como la confianza y la imaginación, el espíritu de emprendimiento, y la actitud activa hacia la formación. La inminente llegada de la Generación Z -que llega tras la llamada Generación X y los Millennials- plantea una nueva concepción del trabajo en la que la faceta profesional se desempeña a partir de una pasión, y no solo por la búsqueda de un empleo estable. La explicación de esta tendencia puede dividirse en tres apartados: fomentar el talento desde edades tempranas, acompañar a los pequeños para que descubran su vocación y la concreción de cursos modulares para que los estudiantes puedan personalizar su aprendizaje en función de sus inquietudes educativas.

2. Feliz y saludable


La búsqueda del bienestar mental y físico, así como de la satisfacción personal y profesional, ha despertado iniciativas ligadas a la diversión y el entretenimiento fuera y dentro de los colegios. 






Desde guarderías a institutos, son muchas las iniciativas que se suman al desarrollo del autoconocimiento y la felicidad a través de estrategias de reducción del estrés y del fomento de la salud con dinámicas divertidas y juegos.

3. Aprendizaje continuo
Ya no existe una única etapa educativa –desde el colegio a los estudios superiores–, sino que las nuevas generaciones defienden un sistema más flexible y personalizado. Los MOOC (Masive Open Online Course), o los OCW (Open Course Ware), son prueba de ello, así como las estrategias de algunas escuelas de negocio internacionales que apuestan por modelos en donde los estudiantes organizan por módulos la adquisición del aprendizaje y no necesariamente por años de estudio.

4. Emprendimiento
Las capacidades de emprendimiento permiten que el estudiante se focalice en una idea y que la ponga en práctica con los recursos disponibles. El reto está en sacar el proyecto adelante en función de la acogida que tenga en el mercado y del precio que esté dispuesto a pagar por él. Distintas iniciativas y proyectos ya ponen en marcha espacios y recursos para que los estudiantes puedan trabajar en prototipos y maquetas de sus ideas de negocio.

5. Tecno-creativo



Se observa una tendencia hacia la recuperación 
del trabajo hecho por las personas y el proceso creativo individual y colectivo, sin renunciar 
a la tecnología ya 
integrada en la sociedad. La programación o el código es más importante ahora que nunca, por ello, resulta fundamental formar a las futuras generaciones en la enseñanza del lenguaje html. Desde la creación de contenidos al diseño digital, el mercado necesita a personas capaces de generar por sí mismos lo que la tecnología pone a su alcance.

6. B-Tech


También relacionada con la tecnología, su papel dentro de las organizaciones no solo ha transformado procesos, métodos y sistemas de trabajo, sino que también lo ha hecho con los modelos de negocio. 







Las aulas aplican estas herramientas para hacerlas más globales e hiperconectadas, crear documentos en la nube, buscar soluciones a problemas reales y obtener respuestas en tiempo real. El estudio concluye que, más allá de hacer uso de la tecnología como medio para conseguir llegar a un fin pedagógico, es necesario que el profesorado haga una reflexión para obtener su máximo aprovechamiento. El estudiante puede acceder a mayor información compartida para personalizar contenidos al ritmo de aprendizaje de cada uno, y la posibilidad de integrarlos en distintos dispositivos.

7. Dinámicas de juego
El uso de dinámicas de juego en entornos no lúdicos con la finalidad de conseguir actitudes y acciones encaminadas a un fin determinado. Esta tendencia, adquirida ya en los ámbitos de los recursos humanos y el marketing, se extiende al sector educativo para afianzar conocimientos y conseguir así una mayor motivación y compromiso por parte de los estudiantes. El uso de videojuegos y de App dirigidas al aprendizaje suponen un complemento a las clases que no solo las hace más divertidas, sino que hacen más fácil su entendimiento y afianzan lo estudiado.

8. Cuidamos


Las nuevas generaciones, sensibilizadas por su entorno, entienden la Responsabilidad Social Corporativa no solo como una estrategia de negocio, sino como parte del ADN de la empresa, que debe devolver a la sociedad parte de lo que les da. 

Tanto los Millennials como la Generación Z entienden que las organizaciones deben encontrar maneras para colaborar con ONG, facilitar el acceso a los productos y servicios a los más desfavorecidos y ayudar a que las empresas se desarrollen en un entorno más sostenible y social. El fomento de los centros educativos de iniciativas solidarias, de resolución de grandes problemas de la humanidad y de búsqueda de modelos de liderazgo más humanos, sociales y responsables son ya una tendencia imparable.

9. Mecenazgo popular
La colaboración es una nueva manera de entender la vida y la escuela, y la movilización de las personas en masa permite conseguir objetivos de forma alternativa. Las universidades y escuelas comienzan a transmitir esta idea, también como parte de la evaluación de las personas, que pasa a ser de conjunto y no solo individual.

10. Ágora
La adquisición de información y formación a través de profesores ya no es la única propuesta de valor de las universidades y colegios, pues ya está al alcance de cualquier persona, desde cualquier lugar, gracias a la democratización de las nuevas tecnologías e Internet. Colegios y universidades deben diferenciarse creando núcleos de conocimiento, experiencias y posibilidades, poner en contacto directo a estudiantes con profesores expertos, y fomentar los intercambios y conexiones con los alumnos para que puedan configurar su propia experiencia personal y profesional. Las nuevas experiencias de aprendizaje son ahora más participativas y permiten al estudiante entender y conformar su clase y contenido, o las clases al revés, proponen la interacción del profesor y los estudiantes y la resolución de problemas reales de manera práctica.

Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas 

martes, 15 de agosto de 2017

PROYECTO SOCIAL PRODUCTIVO; DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA


La reforma educativa propuesta en la ley Avelino Siñani - Elizardo Pérez (2010) introduce en el aula los proyectos sociales productivos (PSP). A partir de estos proyectos se desea vincular la labor educativa con la vivencia en comunidad. ¿Ha conseguido aplicarse de manera idónea en nuestros centros de enseñanza?

Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas 

El responsable regional de Editorial Bienaventuranzas, Nestro Ariñez Roca, analiza algunos aspectos del PSP para facilitar su implementación en el aula. 

La implementación de la ley educativa propuesta por el actual gobierno ha provocado cambios en el desarrollo escolar. Algunas modificaciones, como la calificación sobre 100 en lugar de los 70 que estábamos acostumbrados, han sido rápidamente percibidas y asimiladas por docentes y padres de familia. Otras son más complejas de asumir y entender. ¿Por qué los padres de familia se deben involucrar de manera tan activa en las dinámicas escolares?

La ley Avelino Siñani- Elizardo Pérez introduce un término que está presente en las nuevas corrientes de pedagogía: educación productiva. Ariñez considera que esta inclusión responde a una evolución de los paradigmas pedagógicos. La visión positivista de la educación se ha suplantado con nuevas visiones formativas más actuales. 

En este contexto de reflexión sobre la función de la educación, desde el ministerio de educación se proyecta un modelo educativo relacionado con el trabajo, que coadyuve a la vocación productiva de cada región. Son varias las corrientes que alientan una mayor vinculación entre educación y vida, entre escuela y sociedad. Para Ariñez, el componente político de esta propuesta es central, aunque no por ello se debe pensar que es algo negativo.



La educación productiva se ha posicionado como un discurso innovador 
por parte de las autoridades educativas. En el marco de la descolonización, 
que ya se planteaba desde el 2006 con Felix Patzi como ministro, surge la
 idea de implementar en los centros educativos los proyectos 
sociocomunitarios productivos.

Nestor Aríñez sostiene la importancia de consolidar la relación entre la escuela y la vida; proponer un aprendizaje que aporte radicalmente al desarrollo integral del estudiante. De esta manera se logra revertir una tradición escolar que la separaba de la comunidad. El modelo positivista decayó en una enseñanza resultista, se aprendía sólo para los exámenes. La propuesta productiva actual trata de fusionar nuevamente el proceso formativo con el desarrollo de vida de los estudiantes. Por ello se realza la necesidad de abrir las puertas de los centros escolares y dinamizar acciones compartidas con la familia y la comunidad.

Más allá de los discursos políticos y las argumentaciones partidarias, la necesidad de alentar las escuelas productivas responde a una adecuación frente a los tiempos actuales. La base de esta propuesta se sustenta en la importancia de lograr un nexo entre la teoría y la práctica, entre la transmisión de valores y la producción de bienes y servicios que permitan la vivencia de dichos valores. Como ejemplo, Aríñez destaca la actitud de un centro escolar que trabajo el programa SP en torno a la familia. Durante el primer año se trabajó el valor de la familia desde la perspectiva educativa. Durante esta gestión se han direccionado las actividades para construir un gabinete de atención a las familias, un espacio físico para llevar a la práctica los valores asumidos. Finalmente, y como forma de cerrar el ciclo, se espera que el año próximo se forme a padres de familia para que puedan ser los responsables del gabinete y atiendan tanto a estudiantes y sus familias como a otras personas de la comunidad.


Estos cambios en la forma de encarar la educación alientan el 
trabajo de los estudiantes. La posibilidad de intervenir en la solución a 
problemas cotidianos modifica el sentido del aprendizaje y motiva
 la estudiante para un aprendizaje más activo.

Finalmente, Aríñez considera la actitud de aferrarse a una corriente ideológica responde a una moda. De por sí, no aporta sustancialmente al trabajo de aula. Debe ser el docente quien, partiendo de su experiencia, traduce las ideologías a formatos de relacionamiento más humano. El PSP se convierte en un sistema de trabajo válido en el momento en el cual los docentes interioricen el valor de trabajo integral con el estudiante y dejen de lado la necesidad de cumplir los requerimientos formales que piden las autoridades en educación. Pasar, en definitiva, de las estadísticas a las vivencias; del discurso político a la formación de las personas.


NESTOR ARÍÑEZ

La vocación educativa del “profe” le ha llevado a descubrir nuevas formas de incidir en la formación. Académicamente destaca por su maestría en Formación Docente e Innovación Educativa. 

Actualmente centra su trabajo en la formación de docentes y la generación de contenidos educativos para escuelas desde su función en la editorial Bienaventuranzas. También ha descubierto en la prensa escrita otro medio de influenciar en las familias y despertar su rol educativo. Desde las páginas del periódico opinión, alimenta un espacio periódico titulado Didascalia. 

Como el mismo explica “en los guiones de teatro, la didascalia son las indicaciones que se da a los actores, pero que no se expresan verbalmente en la actuación. En el mundo educativo existen muchas cosas que se hacen, pero que no se dicen. Quizás ponerlas en evidencia y pronunciarlas pueda ayudarnos a comprenderlas mejor”.
 


IDEAS PARA IMPLEMENTAR PSP
 Para muchos docentes, la estrategia de elaborar proyectos sociocomunitarios productivos resulta una sobre carga para diario de aula. Todavía no es clara la forma de resolver esta “imposición”. Aríñez recomienda a los docentes trabajar en la propuesta útil tanto para estudiantes como para docentes. 
 
Educar en la realidad.- El contexto de interacción de los estudiantes forma parte del ciclo de aprendizaje. El docente enseña a los estudiantes cómo funcionan las cosas y el mundo. Este aprendizaje requiere información y sentido crítico. En la actualidad estamos en una época de apogeo informativo. Desde un sencillo teléfono podemos acceder a cualquier información en instantes. Por ello, el enfoque fundamental consiste en educar a los estudiantes para valorar la información recibida y ser crítico con ella.

El maestro mecánico que reproduce contenidos no aporta al crecimiento del estudiante. Ahora se requiere un perfil docente con mayor valor crítico, capaz de instruir en el arte de gestionar la información y proyectar cambios.
El análisis de conflictos permite al docente desarrollar este pilar formativo. Aríñez propone algunos ejercicios pedagógicos para efectivizar el análisis.

-       Mapeo de actores: permite conocer los actores involucrados en un conflicto. La representación en círculos ayuda a dimensionar el problema. De acuerdo a la relación con el poder y el posicionamiento de la realidad se intensifica el color del círculo o de define el tamaño del mismo.

-       Técnica de la cebolla: permite desglosar el discurso de los actores del conflicto en capas. La externa se denomina la capa de posicionamiento. Es complejo entablar una negociación en esta etapa puesto que son posiciones irrenunciables. Más adentro encontramos las capas de los intereses y las necesidades, que son más accesibles para un proceso de entendimiento.

-       Mural informativo: con el análisis realizado, los estudiantes pueden expresar su percepción a través de un periódico o mural informativo. Se cierra el ciclo de conocer, valorar y exponer.

Educar para el trabajo.- Se percibe el trabajo como una forma de realización humana. Las personas maduramos a través de nuestro fortalecimiento profesional. Educar para el trabajo permite aprender más cosas y de manera más autónoma.
Como muestra para comprender este pilar, Aríñez expone la experiencia en Rincón de Luz, un centro de Cochabamba que apoya la labor escolar. Al concluir las clases de cada día, los niños acuden a un comedor. Con el apoyo de profesores, los estudiantes gozan de un espacio para realizar sus tareas escolares. Parte de su “trabajo”, consiste en limpiar tanto los servicios de la comida como la limpieza y cuidado del recinto escolar. Relata Néstor Aríñez que, en un principio, tuvieron que vencer los reclamos de los padres de familia. Con el pasar del tiempo, las madres elogiaron la experiencia al ver cómo los estudiantes replicaban esas labores de limpieza en sus hogares. Se convirtieron en un apoyo para la casa.



Aprendizaje basado en problemas.- Pequeños grupos de trabajo afrontan la resolución de un problema. Para ello, deben investigar, proyectar soluciones y unificar los criterios. Un docente puede acompañar el proceso, aunque es aconsejable que impulse en la mayor medida posible el aprendizaje propio. Como resultado de estas experiencias, los estudiantes concluyen con proyectos de intervención que se pueden aplicar a sus contextos sociales inmediatos.

Educación para la ciudadanía.- La vida diaria involucra múltiples acciones ciudadanas a las cuales apenas damos importancia. En el trasfondo de dichas acciones se percibe la vigencia de los derechos del ciudadano. Los estudiantes se mantienen al margen de estas acciones puesto que todavía no tienen responsabilidades”. Sin embargo, es importante cambiar la percepción y permitir a los estudiantes conocer (y por qué no proponer) acciones de índole social. De esta manera se trabaja la apatía de los jóvenes ante la gestión pública y el miedo cultural ante la autoridad. La escuela deberá abrir las puertas a la comunidad para hacerla corresponsable de la labor formativa.



Educación prosocial.- El criterio de prosocialidad se está extendiendo en los últimos años. Explica Aríñez que esta idea se refiere a “dar al otro sin esperar que el otro retribuya”. Distingue esta actitud del altruismo. La labor de entrega se sustenta en las necesidades detectadas y no en el proceso de entrega. En una frase clarificadora, Aríñez valora esta actitud como “que ames al otro como el otro quiere ser amado”.

Para cultivar esta actitud basada en la generosidad se recomienda fortalecer el diálogo intergeneracional, una escucha fluida en el marco del respeto mutuo.

Resiliencia.- quizás es la palabra de moda. Se entiende por resiliencia la capacidad de hacer frente a las dificultades de la vida, afrontarlas y superarlas y ser transformado positivamente por ellas. Aríñez resalta la figura de los protectores ambientales, “agentes externos que son capaces de protegernos psicológicamente: padres, grupos sociales donde me encuentro con comodidad”. Estos grupos extraer un aprendizaje de las experiencias negativas. Saber que hay algo bueno que va más alla del momento malo. 

Fuente: Redacción "Diálogo Educativo".
Una producción de la Fundación Casa Editorial Bienaventuranzas